Ya hace rato que empezaron las operaciones para desgastar definitivamente al Jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Cuando provenían de afuera se criticaba la burda acumulación de poder del ex cavallista, ahora que parecen venir de adentro se habla de una seguidilla de "errores"; que las retenciones, que el nombramiento de Lousteau, que la malas negociaciones con el campo. Un poco más y el tipo fue el que olvidó un fueguito prendido en las islas del Delta. Saben que, ayer en A dos Sobres, el dúo pardepe anunció que para esta semana habría otro cambio de ministros con la intención de oxigenar el gobierno de Cristina. Parece que todos los números los tiene Albertito, ¿qué mejor oxigenación que rajar al culpable de todos los males?. Otra, no se olviden que Fernández es parte integrante del directorio de Papel Prensa junto a Clarín y La Nación. Si llegó la hora de descomprimir el conflicto con el "gran grupo argentino" tal vez figure en la carta de negociaciones la desvinculación del, por ahora, jefe de ministros. ¿Notaron que en los últimos dos discursos Néstor no hizo referencia alguna a Clarín ni a los medios de comunicación en general? ¿Raro no?. Hoy Perfil titula una nota con un "El día que Néstor Kirchner maldijo a Alberto Fernández". Suena a estocada final. Más allá de todos esto es improbable que Lupo tome el lugar de Alberto y como dicen muchos "analistas" se convierta en un virtual Primer Ministro, las criticas lloverían de todas partes y además sería una forma de eliminar el último fusible K, en última instancia el prefiere ser la última opción salvadora, el "héroe" que salvó a la Argentina en el 2003, Kirchner no puede dilapidar el poco o mucho capital político que le queda luego de su administración.
Lo que si es posible, es que el hombre ya tenga en vista a algún nuevo monje negro a modo de piloto de tormentas para Cristina. Cuando fue necesario deshacerse del mismísimo Duhalde no le tembló el pulso, por qué no habría de descartar al "pobre" Alberto.
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