Hay que reconocer que al hombre de la FTV cuando "se le sale la cadena" dice algunas verdades. Inclusive algunas que van en detrimento del gobierno que tanto defiende y para el cual trabaja. Muchos dirán que esta vez Néstor lo mandó a decir que el Grupo Clarín es un monopolio que se impone como una dictadura mediática, pero eso ocurre por obra y gracia del gobierno de Menem y el de los señores K, obviamente.
Lo cierto es que D'elía, invitado al programa "A dos sobres" se dio el gusto de decirles al servil Marcelo Bonelli y al perverso Gato Silvestre lo que muchos tendrían ganas de decirles, que son dos sicarios y chupamedias del multimedios que dirige el señor Magnetto junto a su cofrade Ernestina Herrera de Noble. Luisito se sacó, y a veces cuando pasan estas cosas se le va la lengua diciendo cosas que forman parte de la realidad. El reproche del matancero fue que el canal de Constitución sólo mostró el final de las imágenes cuando golpeó a un manifestante. Contó que en ningún momento se dieron las imagenes de los cien metros en los que el tipo lo agredió verbalmente y que todo eso fue orquestado desde las oficinas del grupo.
Seguro que la movida de apretar a Clarín así, viniendo de Luís D'elía, es otra de las "geniales" ideas que el expresidente tiene en sus oficinas de Puerto Madero, pero el verborrágico ex subsecretario de tierras tiene una gran tendencia al desboque que a veces lo lleva al efecto MFDT (mear fuera del tarro) y embarrar también a sus jefes.
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