sábado, 4 de octubre de 2008

Todo vale, también en el periodismo progresista de mercado

A modo de respuesta a algunas cuestiones que se plantearon en comentarios por el posteo anterior tengo que aclarar que este Notero no es un necio y tampoco desacredita a gente del medio porque sí. Todos los que nos dedicamos a esto hemos hecho alguna nota en la que directa o indirectamente quedan reflejadas miserias del sistema y su injusticia social. Pero muchachos, lo primordial en estos casos es preservar a la víctima, al que sufre, al que la está pasando mal. No se puede estigmatizar a una criatura por dos puntos de rating. Ponganse un minuto en el lugar del ser humano en cuestión y piensen si les gustaría ser recordados como el desnutrido que lloró para las cámaras porque no tenía para comer, insisto, es aberrante!!. Y no pasa por una cuestión de verguenza sino de dignidad. Esa chiquita tiene los mismos derechos que tenemos todos.
El problema existe y se lo debe denunciar pero sin caer en esas bajezas mediáticas. La chica misma contó en la última nota como cruelmente sus propios compañeritos la cargaron mucho tiempo por la situación en la que apareció en TV. Además, eso de presentar el informe como el reencuentro entre la niñita tucumana despojada y la salvadora/justiciera y burguesa que desde Buenos Aires llegó para rescatarla de las garras del capitalismo salvaje, como mínimo, dio vergüenza ajena.
Es verdad, este medio está lleno de hijos de puta que directamente ni hablarían del tema, o lo que es peor, lo negarían porque tienen sus negocios asegurados con el inquilino de Olivos. Ese periodismo de derecha es criticado sin tapujos porque ya en su génesis es despreciable, pero claro, actitudes mercantiles como esta que citamos, disfrazadas de progresismo y denuncia social son difíciles de digerir ¿cómo se las ataca?. En más de una cabecita se producirá la dicotomía o paradoja ¿pero cómo? si María Julia se mete en las villas, defiende a los pobres, está siempre con los desamparados. ¿Y saben qué? una cosa es hacer algo en aras de esa gente y otra muy distinta es mostrarla como si fuera una mercancía que se expone en los mass media para medir. De todos modos es un tema complejo y polémico que da para horas de debate. Más allá de eso, el amigo que dejó en su comentario algo referente a los productores de este tipo de ciclos, me recordó este posteo de Mayo que si alguno se lo perdió es tiempo de que lo lea. La historia es tristemente real.
Crean lo que les digo, a mí también me duele que lo de María Julia, Andy y Mario no sea al menos un poquito de idealismo, altruismo o filantropía, pero nunca es triste la verdad...

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