miércoles, 28 de mayo de 2008

"La Liga" perversa de Cuatro Cabezas


Mientras los cronistas de diversos medios aguardábamos en la Federación Agraria que los muchachos del campo expresaran lo resuelto en la famosa mesa de enlace, se armó una suerte de foro de discusión sobre las cuestiones relacionadas a la tarea que cumple toda la gente del gremio. Uno de los muchachos que allí se hallaban, muy joven por cierto, contó una historia terrorífica. Trabajando para La Liga como camarógrafo, recibió la orden de ir con un grupo de productores a la Villa 31 de Retiro. Una vez allí los empleados de Pergolini empezaron a hacer sus contactos para dar con algún grupo de chicos que consumieran paco y que en consecuencia jugaran el juego de la muerte en las vías del ferrocarril. La idea era documentar el terrible "flagelo" (palabra que odio) de la miseria, las drogas y la muerte. Como las cosas se extendían y no había resultados, los "jóvenes productores", con ansias de fama, ofrecieron a los pequeños 20 $ para que compraran paco. Esto facilitaría que el juego perverso de los menores arriesgando su vida ante el tren se daría por sí solo. Lo que no previeron estos mierdas era que el muchacho que manejaba la cámara iba a grabarlo todo y que como tenía códigos y dignidad, los arrinconaría diciendo que utilizaría el material para denunciarlos. El pibe les dijo "yo no voy a ser cómplice de esta cagada", y así fue que se llevó las cintas y pocas horas después recibió la convocatoria del mismísimo Diego Guebel (socio y segundo de Pergolini en Cuatro Cabezas), obviamente para "charlar". De ahí en más fue sometido por cuatro meses a una tortura psicológica diabólica. Hubo más "diálogos" con Guebel para que entregara las grabaciones. La cuestión es que nuestro amigo se resistió hasta donde pudo. Sabía que si la historia se hacía pública no conseguiría más trabajo hasta el día del juicio final. Ayer lo pudo contar, y es así que manteniendo su anonimato, lo hacemos público en este blog para que vean que clase de progres tenemos en la Argentina.

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