En una nota rayana al delirio más absoluto, Samuel Chiche Gelblung invitó a su programa, Chiche en vivo por Canal 26, al líder de la FTV, el profesor Luis D'elía (basta del apelativo clasista de piquetero). El hombre expresó allí toda su oposición a los sectores del campo que "pecan poniendo como prioridad absoluta sus intereses personales", pegadita a esa definición combativa, Gelblung invitó a la audiencia a ver una publicidad a la que denominó "deudores morosos", claro, es uno de los auspiciantes del programa que promete métodos (al parecer non sanctos) para cobrar deudas.
Ante una pregunta del ex director de la revista Gente en épocas del Proceso, D'elía estimó que la oligarquía está más viva que nunca y agregó "Grobocopatel, un tipo que tiene una rentabilidad de 200 millones de dólares al año, cortando la ruta es una vergüenza". Ahí nomas, primer plano de Chiche y uno de sus consejos: "vender oro, alhajas, brillantes es el negocio de la actualidad, no lo olvide Cabildo plin plin plin plin....
Luisito aprovechó la bolada para pegarle a Clarín por sus deformaciones de la realidad y ahí nomas pidió permiso al conductor para hacer un gesto, puso sus manos a modo de voceador y dijo "sepan que Sergio Lapegüe es hijo del General Lapegüe, el segundo de Bussi en Tucumán en tiempos de la dictadura". Chiche refutó con un "que?! le vamos a echar la culpa a los hijos por lo que hicieron los padres?", del otro lado silencio. Hermoso!! ¿no?.
Después Gelblung, haciendo gala de su ya conocida sagacidad periodística le preguntó a D'elía si saludaría o se sentaría a hablar con Fernando Peña. El hombre de la FTV dijo que no porque estaba muy caliente con lo que el cómico había hecho con su hijo. Resulta que la producción de Peña lo había llamado a su domicilio el día anterior a la nota que difundieron todos los medios. Quien atendió el teléfono y fue sacado al aire sin previo aviso terminó por ser su hijo de 23 años. Según D'elía, el joven se puso nervioso y pasó un mal momento con el "humor ácido" del creador de Milagritos López. Pobre no!
Sobre el final y para rematarla, Luís se despidió de Chiche diciéndole Quique, cosa que provocó la risa generalizada detrás de cámaras. La verdad que estos tipos están para conformar un dúo siniestro y con el mejor humor negro de la República, diría Lilita.
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