Cuando parece que Néstor y Cristina se sacan dos enemigos pesados de encima, como es el campo y Clarín, aparece otro más pesado aún. Es el caso de la Iglesia Católica. Esta semana Monseñor Casaretto (titular de la Pastoral Social) salió a operar en contra de la administración pingüina. Digo operar porque nuestros sacerdotes queridos salen a dar los datos escalofriantes de la miseria en la Argentina cuando les conviene, sino se callan la boca y siguen con sus negocios como si nada. Ya a fines del año pasado hicieron sus movidas contra el gobierno debido a la intentona de un retiro gradual de los subsidios a sus colegios, colegios que por otra parte cobran cuotas extremadamente caras, dejándoles importantes ganancias en bruto.
Quien se suma a los "contreras" es ahora Artemio López. Se acuerdan que el titular de la Consultora Equis era considerado el más oficialista de todos los encuestadores y acusado de recibir cifras siderales por cada trabajo favorable al gobierno, bueno, ahora las cosas han cambiado considerablemente y el tipo desde su blog y oficinas dice que creció 7,6% la mortalidad infantil en Buenos Aires, cosa que podría ser tomada solamente como contraria a Scioli, pero no, también el hombre arroja cifras que aterran a los K. ¿Que pasa? se terminó la "amistad". Artemio como castigo no recibió renovación de contrato por su programa radial, Malas Noticias, que iba por Radio Nacional y por el cual además cobraba un suculento sueldo. Es obvio, que cuando las cosas se sotienen con la caja, si se está "en falta" comienzan a aparecer los "nuevos opositores", los burdos opositores que toman esa condición cuando no reciben su tajada.
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