Sobre el tema relacionado a la baja de ventas de los principales matutinos (Clarín y La Nación) se pueden hacer muchos análisis, pero fundamentalmente parece que luego de la polémica generada por la disputa entre el gran diario argentino y el gobierno algo quedó (diría Goebbels), algo que hizo que más de uno leyera las entrelíneas de los diarios que generan sentido entre nosotros, por lo menos en los últimos cincuenta años. Alguien habrá pensado: la verdad que si en Clarín escribe un Bonelli y en La Nación un Grondona, esa prensa no debe ser muy confiable. Y no hablemos de todos los intereses comerciales y políticos que anidan detrás de cada letra en tinta que nuestros ojos consumen. O casualidad! los grupos en pugna encima son socios, no se olviden de Papel Prensa. Como decía un viejo profesor de historia de mi querida facultad: "no sólo las luchas sociales se dan entre las diversas clases y estamentos, sino que también se generan en el seno mismo de cada grupo, inclusive en los de mayor concentración de poder.
viernes, 30 de mayo de 2008
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