Hace un tiempo que por otras ocupaciones me propuse escribir un posteo por día, pero bueh! a veces uno oye cosas que realmente enervan. Toda vez que enciendo la radio escucho la voz de la Presidenta en distintos actos inaugurando o anunciando ya no sé que cosas. Es como una suerte de avalancha de disertaciones, diatribas y reafirmaciones que saturan hasta al más ducho. Antes de referirme a esta gota que colma el vaso, quiero aclarar que algunos hicieron una lectura equivocada sobre este blog. Creyeron que aquí se práctica un antikastismo fundamentalista, pero temo informarles que no es así. No estamos de acuerdo con el caos, la destrucción, la desestabilización ni nada que se le parezca. Menos aún con la necesidad de que unos perversos trasnochados vengan con mesianismos extraños y haciéndose pasar por nacionalistas pero en representación del Departamento de Estado a no sé que cosa. Somos críticos pero no golpistas, todo lo que aquí se escribe, por más duro que sea, tiene como fin último mejorar nuestra democracia para que realmente tengamos un gobierno representativo, republicano, federal y popular. Con ese afán aguardamos las próximas elecciones.
Bueno basta!, no me quiero desviar. Lo que me sacó de las casillas fue esta frase de Cristina "Me preocupo por los que no van a poder tener esos otros 23 hospitales" ¿cómo? esta mujer nos está tomando el pelo o por boludos. No teníamos superávit y reservas a rolete hasta antes de la crisis y sin embargo no se hizo un puto hospital. Ya sabemos que los de la soja transgénica, o mal llamados "los del campo", porque en eso hay que admitir que Orlando Barone tiene razón, son unos otarios; pero señora, no sigamos con los sofismas, usted no hace más hospitales ni le mata el hambre a los millones de chicos que sufren en la Argentina porque tiene el discurso de la defensa de los "intereses populares" pero como proyecto la manutención de la desigualdad y la miseria, pagando a los organismos financieros internacionales y permitiendo que "empresarios" como el primer caballero sigan haciendo buenos "bussines".
Es con esta corporación política, que se entrega reconocimientos, bustos y premios mutuos después de hacer todas las cagadas, con la que hay que acabar con los votos. Lo ideal sería que una vez desalojada del poder, esta casta de mercenarios no pueda volver a las andadas. Para ello es necesaria la conformación de una nueva dirigencia, solidaria por sobre todas las cosas, pero nunca más dar lugar a un grupo de reclutones cuarteleros, o sus adláteres civíles, que camuflados de Familia, Patria y religión nos quieran venir a robar la vida.
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