Insisto en que, para mí, Hebe de Bonafini es una de la figuras emblemáticas de la lucha por los Derechos Humanos y el campo popular, pero últimamente no da pie con bola. Primero fue el acuerdo irrestricto con los K a cambio de suculentos subsidios, que si son bien utilizados, está perfecto, pero si la condición es el silencio y la obsecuencia ya no nos gusta nada. Después hubo una serie de situaciones, aún no explicadas en la radio que también pertenece a la fundación, (AM 530) con despidos y censuras incluídas y ahora ésto.
lunes, 18 de febrero de 2008
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