domingo, 3 de febrero de 2008

Lavagna se acerca al PRI, perdón al PJ

Todas las versiones empiezan a circular por los medios, pasillos y calles a partir del anuncio de un acuerdo K-L (usando el estilo del perro Verbitsky). Lo cierto, es que podría ser que haya habido un acuerdo previo a las elecciones para segmentar a la oposición y que Elisa Carrió no llegara al ballotage, pero también podría ser, como dice Perfil, que todo esto derive de la bolsa de Felisa Miceli en base a un acuerdo de no agresión que podría salpicar a L y a K conjuntamente. Otra posibilidad es que Lupín haya jugado otra de sus clamorosas cartas y entendido que Don Roberto le daría cierto criterio técnico a su nuevo armado en el PJ a pesar de aquellos que lo observan ahora como un virtual traidor. La verdad es que quienes votaron a Lavagna tampoco pretendían la revolución bolchevique ni el neoliberalismo, sólo buscaban una opción más "democrática" del Kirchnerismo, y en definitiva si alguno pierde en este acuerdo es él. Ahora ¿Y Duhalde? ¿tendrá vela en este entierro o también ha sido traicionado por Lavagna? mmmm.... no sé. ¿Se puede pensar en el PJ sin el caudillo bonaerense?, Scioli podría generar algo parecido en la provincia. El cabezón siempre tuvo relaciones ambiguas con el Carlo, y Daniel (como le dice CFK) fue hombre de los dos. Los puentes están tendidos. Lo que queda claro es que todos entiendieron ya que por afuera del PJ, por ahora, no hay vida. Los experimentos transversales se fueron por la borda. Kirchner no tiene un pelo de tonto, y sabe que en la última elección nacional el capital electoral que puso a su mujer en la rosada provino del voto peronista, especialmente del conurbano. Hacia allí mira el santacruceño y no dudará en sentarse a negociar con quien sea, total tiene las mejores cartas en sus manos, los que deberán ceder serán sus interlocutores, él siempre tiene algo para ofrecerles. Como decían algunos analistas hace años, vamos camino de un partido único (como fue el PRI en México) y sin eufemismos, para qué ser el Frente para la Victoria, una denominación caprichosa para presentarse a elecciones, si se puede ser el PJ con el peso de su historia y su imprescindible caudal electoral. Néstor está persuadido de que la sumatoria de esa fuerza siempre se impondrá ante cualquier opositor, llamese Carrió o Macri. Ahora hay que ver el otro vector que deriva de todas estas movidas, la reacción o no, de la sociedad en su conjunto.

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