Di Sandro y Obarrio, dos tipos divertidos
Para distender un poquito les cuento un par de anécdotas divertidas:
1) Escenario, casa de gobierno, lugar: Salón Sur, acto encabezado por la Presidenta. Todos a la espera de la palabras de Cristina, hay tensión y crisis política. El locutor oficial arranca sobriamente con las presentaciones de rigor ante el silencio impávido de la audiencia. De repente, de fondo y a todo volumen empiezan a sonar las trompetitas que aturden del inicio de la marcha peronista. Risotadas generalizadas y un periodista que sale corriendo a atender su celular fuera del salón como si nada. Sí es él, el viejo Roberto Di Sandro, que a pesar de que mantiene su antigua Lexicón para escribir a máquina, se ha bajado unos ringtones fabulosos.
2) Mismo escenario, otro acto protagonizado por Cristina, día noventa y pico del conflicto con el campo, clima tenso y riguroso. El locutor oficial otra vez, y más circunspecto que nunca, anuncia a las autoridades que están presentes. La Presidenta está seria y con cara de pocos amigos. En medio de la incómoda quietud de la previa, parte de entre los periodistas un sonido muy chillón que llama la atención de todos los presentes, inclusive de la primer mandataria. La voz quebrada dice a los gritos "¡¡a ver los de la corneta si dejan hablar!!". El poderoso ringtone del periodista de La Nación, Mariano Obarrio, al menos esta vez, logra robarle a la Jefa de Estado, una sonrisa irónica en medio de tanta tensión.
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