Lamentablemente habrá que darle la razón al crápula de Jorge Asís, a pesar de que el tipo con su pasado político no puede opinar de nada. Pasa que en este caso la frase sintetiza la naturaleza del ex presidente "Kirchner es un duro en el difícil arte de arrugar". Ya había dado cuentas de esto en el intento fallido de reelección del gobernador de Misiones, Carlitos Rovira, que deshabilitó los sueños del santacruceño, y también con respecto a la transversalidad, que tuvo que guardar a donde no le da el sol.
Ahora el Chasman pigüino desmiente a su chirolita Luis D'elía, porque la circunstancias así lo ameritan, no sea cosa que El Padrino se sulfure en serio. Claro, como decimos siempre desde este blog, si hay algo que Lupo no es, es boludo.
Tuvo que jugarlas de duro con el acto de mañana nomas y otro poquito con Clarín, pero en realidad el arrugue de barrera era lo único que podía calmar los ánimos en estas horas que corren. Lo de la ausencia de decretos firmados por Cristina lo habíamos adelantado hace un tiempo en este blog porque fue un dato que nos llamó poderosamente la atención. La mujer trata de mantener en alto, al menos, su "probidad" institucional. Además de todo esto, el binomio presidencial sabe muy bien que el paso de las retenciones por el Congreso no es más que un trámite.
Si hay algo que se podría haber evitado en el discurso de Néstor de hoy fue (detrás de él) la cara y actitud socarrona del diputado Kunkel, que con su gesto de auto suficiencia y artificial sabiduría no hizo más que caldear el avispero sonriendo mefistofélicamente a cada ocurrencia del empresario sureño.
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