Como dijo Miguel Bonasso, la muerte de Neustadt el día del periodísta es más una paradoja que una ironía. Cuando supe de la muerte del rumano hice un petit recorrido en el disco rígido de mi frágil memoria y encontré cosas que seguramente descansan en el inconsciente colectivo de la mayoría de los argentinos. Lo primero que vino fueron aquellos martes de Tiempo Nuevo, con Clarita Mariño, Marianito, Doña Rosa y Patillas, que hasta condujo una vez el programa cuando Bernardo estuvo internado en el hospital.
Momentos del programa en mi cabeza: Katja Aleman preguntándole a Menem que opinaba sobre el erotismo del poder, Berni invitando a Bill Gates a pasar el año nuevo del 2000 en su penthouse de Manhatan, el occiso asegurando que no conocía a ningún turco boludo, las tenebres visitas de Walter Klane (socio del hijo de Grondona), los argumentos privatizadores del dúo dinámico, las empresas a las que les interesa el país, etc.
Detrás de cámaras, dos jóvenes ambiciosos eran los pasantes que Clara había elegido para trabajar en la producción de Tiempo Nuevo. Allí hicieron sus primeros pininos ellos: Daniel Hadad y Marcelito Longobardi.
Recordé también el romance noventoso con la Cordero Biedma, la foto del huevo, el bronceado de cama solar, sus visitas a Olivos para "aconsejar" a su amigo el riojano, la traición de su discípulo DH, que le ponía un equipo de transmisión para bloquearle la salida de su radio Mileniun, todo para que el viejo no le quitara audiencia a la novedosa Radio 10.
Como olvidar esa vuelta a la televisión de la mano de Héctor Ricardo García en Crónica TV, donde a veces aparecía con una campera amarilla arremangada, digna de La jaula de la locas.
Tantas cosas inolvidables nos dejó el viejo Berni, él decía, en medio de su ego senil, que lo había inventado todo, y además es así!, es cierto, el tipo nos enseñó a pensar; a pensar en todo lo que no hay que hacer en esta profesión. RIP...
1 comentario:
Che, qué mala onda con Bernie... porque él pensaba lo mismo que vos de K
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