El drama de Radio Rivadavia

Parece ser una constante lo que ocurre en la emisora que dirige desde hace ya varios años el misterioso Luis Cetrá. Las frecuencias de AM y FM están operadas por Radio Emisora Cultural S.A., que depende de este señor y que es una suerte de empresa fantasma relacionada a la historia macabra de Tiempo Argentino y a la de su socio, jefe y amigo, Enrique Coti Nosiglia. Otro de los tipos que como Hadad, hace lo que se le canta las pelotas y goza de la más absoluta impunidad. Los empleados de la 630 vive una pesadilla interminable: falta de aportes, sueldos pagados a los premios, aguinaldos en cuotas, malos tratos, una infraestructura decadente y otras miserias más.

Hace un par de semanas, los trabajadores de las radios llevaron a cabo un plan de lucha en demanda de mejoras salariales. Las medidas de fuerza afectaron, en alguna medida, las transmisiones, aunque las situaciones más violentas se vivieron en las movilizaciones hacia los edificios de las emisoras, con pintadas de frentes. Finalmente se llegó a un acuerdo, pero ahora se está en un angustiante estado de alerta porque siguen sin cumplirse las promesas.

Sumado a todo este desaguisado lapoliticaonlina publica esto:

El empresario polirrubro Cristóbal López está en negociaciones para quedarse con radio Rivadavia, ampliando así la cadena de medios que controla el Gobierno a través de testaferros, revelaron ayer fuentes del mercado. Rivadavia es una de las mayores emisoras del país. Tiene más de 60 repetidoras y la FM radio Uno. Sus propietarios son Luis Cetrá y el grupo Uno. Según el diario Clarín, Cetrá lleva adelante las tratativas con Carlos Avila. Habían fijado una base de $ 17 millones. Pero al enterarse que detrás de Avila estarían López y a su mano derecha, Fabián De Souza, Cetrá elevó el precio a $ 35 millones.Amparado por el kirchnerismo, López controla 2 barcos y otras 11 salas de juego. Y están a su nombre petroleras y empresas que van de la recolección de residuos a la producción de aceites.