Como dice el viejo axioma político, la estocada, el puñal asesino casi siempre proviene de las mismas filas de quien posee el poder. Claro, en este caso Cobos es un hombre de la Concertación que proviene del radicalismo del cual fue expulsado y tiene alguna cuota de justificativo para exceptuarse de la mecánica de esa máxima.
El hombre tuvo en vilo al país durante la última media hora de la sesión extraordinaria del Senado y hay que decirlo, eligió su destino político. También es cierto que lo hace ante un kirchnerismo debilitado y que va en franco retroceso. Otras hubieran sido las circunstancias seis o siete meses atrás. El petulante y prepotente Senador Pichetto escuchó desencajado y tembloroso la negativa del vicepresidente y supo al instante que le había fallado a su jefe. Rossi se quedó con todos los laureles de la actual derrota. Los militantes pro retenciones que coparon las calles desde temprano partieron a sus casas cabizbajos presintiendo que tal vez sea el principio del fin de la era K. ¡¡¡Ojo!!! que ahora estén festejando Duhalde, Barrionuevo, Menem, Carrió, Romero, Bussi, Pando, López Murphy, Blumberg, los Saá, Patricia Bullrich, Puerta, De Narvaéz, Reutemann y otros personajes nefastos, no es síntoma de buenos presagios. Cuidado!!
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