Ayer el Notero circuló por ambos actos para sentir a flor de piel la capacidad movilizadora de los dirigentes rurales y del gobierno. Primero en la Plaza Congreso, desde horas de la mañana, se podía verificar que no solamente la movida de Néstor dependía de la gente del conurbano bonaerense sino también de muchos micros y colectivos que llegaron de lugares recónditos del interior. Un ejemplo, un militante misionero que había participado del retorno del General Perón en el '73 era responsable de 15 micros que vinieron desde Posadas. ¿los viáticos? ¿la estadía? un misterio. Esta gente además se queda en Buenos Aires hasta que se defina la cuestión en el senado. Estos gastos, más las carpas, los muchachos que las cuidan, escenarios, sonido, seguridad, avisos para radio, televisión, gráfica, afiches callejeros (pautas varias veces millonarias) corre por cuenta nuestra muchachos, no se preocupen. Por el lado del campo, claro, el dinero sale de las arcas de los mismos productores, quienes implícitamente dan cuenta de que tan mal no les ha ido.
Está bien, algunos dirán, son los costos de la democracia, pero usando el más común de los sentidos no se puede entender como mientras miles y miles de criaturas deambulan como mendigos en el centro mismo de la Capital Federal, y aquí a poco metros de la General Paz la miseria roza la estética perversa de Biafra, estos tipos (campo y gobierno) gastan millones de dólares para intentar mantener sus privilegios
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