Hay que reconocer que el santacruceño tiene voluntad de poder. Esa es una, sino tal vez la principal, característica que debe tener un político. Cuando Kirchner era gobernador de Santa Cruz y ante un intento de cacerolazo el hombre dijo muy firme (escuchen el audio acá) "¿Cómo puede ser que nos vengan a correr cien o doscientos con una cacerola a nosotros?, vamos a correrlos, ¿quienes se creen que son que nos van a molestar a la casa de gobierno? se terminó compañeros!! tenemos que salir al frente, son cien, doscientos, nosotros vamos a ser tres mil o dos mil".
Un viejo periodista me decía que cuando queramos saber como va a actuar un político que ya estuvo en la gestión, como es el caso de nuestro ex presidente, veamos lo que hizo en el pasado y tendremos varias respuestas. Es obvio que a Néstor con su manual no le fue mal desde los días de intendente hasta ahora, entonces por qué va a cambiar el libreto ahora. El tipo va hasta el final. Fiel a su estilo el sureño decidió convocar a una contramarcha que depende ahora de la distancia que imponga el zoológico y unas cuantas cuadras de por medio. ¿y si a alguien se le ocurre golpear una cacerola en Olivos, por ejemplo? ¿que va a pasar?. Está claro que los muchachos del campo, que no son ningunas carmelitas descalzas, tampoco reculan y la convocatoria a las rutas para el martes venidero es al menos, una suerte de reto a duelo, más si del otro lado está con su pistola el maquiavélico Lupo. Muchos legos hablan de caprichos o de evitar una imagen de debilidad, sin embargo la cuestión es netamente pecunaria y nadie va a ceder así porque sí. Diría Francella "mirá que es mucha guita papi!!!".
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