jueves, 1 de mayo de 2008

Lectura para el día del trabajador, imperdible

Apareció Putohd y más allá de las investigaciones que haya que hacer al respecto (que con nuestra justicia suelen quedar en la nada), al menos es una buena noticia. Les propongo un lectura más que interesante. Recibo muchos mail de gente interesada en el tema Clarín. Esta nota que subo es del domingo 28 de enero de 1990 y salió en Página 12. No la van a encontrar en la web porque está sacada de una hemeroteca. Cuenta el golpe de estado que dio Magnetto y sus adláteres contra el, en ese momento, jefe de redación del gran diario argentino, Marcos Cytrinblum. Además se cuentan más detalles sobre el nacimiento del grupo, su relación con el desarrollismo y otras miserias más. No se la pierdan.
VIDAS PARALELAS
El teléfono sonó en la casa del country de Del Viso y Marcos Cytrinblum, hasta hace una semana atrás Secretario General del diario de mayor circulación de la Argentina, Clarín, optó por ensayar una disculpa.
-Vea colega hace treinta años que hago periodismo y si algo aprendí en todo este tiempo es que jamás los periodistas somos noticia. Yo tengo una norma de conducta que no voy a romper justo ahora. Compréndame y gracias.
Sin embargo por una vez se equivocaba. El terremoto que descabezó a buena parte de la redacción del matutino que en 1945 fundó Roberto Noble, y que 45 años más tarde es un imperio tan vasto como diversificadas son sus inversiones, se convirtió en una noticia tan importante como el emporio que ya encabeza el matutino. A Clarín hoy pertenecen Radio Mitre, FM 100, integra Papel Prensa, hace pesar sus decisiones en la agencia Diarios Y noticias (DyN) y es el flamante propietario de Canal 13 de Buenos Aires.
Con excepción de la viuda de Noble, Laura Ernestina Herrera, la historia del imperio, por lo menos desde su expansión agresiva, es paralela a la figura de dos hombres claves dentro de la empresa, Marcos Cytrinblum, a quien se le atribuye la modernización del matutino desde el punto de vista periodístico, y Héctor Horacio Magnetto actual vicepresidente de AGEA (Arte Gráfico Editorial Argentino) hombre fuerte y de absoluta confianza de la viuda y aparente gestor de los negocios más brillante del “diario de los argentinos”.
Los dos personajes, es cierto, recorrieron una paralela con la mirada puesta en el control de Clarín, una pelea que ganó claramente “el tercer piso” como llaman en el diario a la base de operaciones de Magnetto y sus gerentes.
Con el desplazamiento de Cytrinblum cayeron también el prosecretario general y columnista político Joaquín Morales Solá; el responsable de la revista de los domingos, Rolando Andrés; el jefe de fotografía, Juan Carlos Bairo; el de diagramación, y responsable del suplemento Arquitectura y Nación, Tomás Dagnino; y los editores de la sección Espectáculos, Rómulo Berrutti y Carlos Morelli, junto al jefe de Información General, Hugo Ash. Se presume que la purga continuará con otros lugartenientes del marquismo. Una manera de quebrar viejas lealtades y permitir el surgimiento de las nuevas.

LOS ACTORES A ESCENA

El Ruso (Cytrinblum) entro de pinche en Información General. NO tenía la menor idea de que era el periodismo.
-Magnetto entró como cadete en administración y desde ahí remontó posiciones.
Palabras más o menos éstos son los mitos de los empleados de Clarín respecto de los hombres que jugaron a la suma del poder. La historia es similar, y los dos se vinculan de una u otra manera con la entrada del desarrollismo al matutino.
Cuando en 1969 Roberto Noble muere víctima de un aneurisma en su cabaña cordobesa (en Villa General Mitre, donde criaba Aberdeen Angus) Laura Ernestina Herrera debe compartir la herencia con Guadalupe hija natural de la anterior pareja de Noble, pero reconocida por éste. Laura Ernestina hacía dos años que se había casado con el fundador de Clarín, entre otras cosas, gracias a los buenos oficios que les prodigó Neve Bandini (casada a su vez con un connotado dirigente frondicista) La ceremonia la ofició el mismísimo Monseñor Antonio Caggiano.
El testamento de Noble fijaba que pasaría a Lupita el 25% del total patrimonial, mientras que el 75% restante quedaría para su viuda. Sin embargo, por expresa disposición de Noble, el 25 por ciento que correspondía a su hija no podía componerse con acciones de Clarín. En otras palabras para pagarle había que convertir en dinero los 23 edificios de departamentos que Noble poseía, los dos campos, la cabaña de Córdoba, la Galería Santa Fé Y Clarín. “Todo sumado no alcanzaba para pagarle, porque la valuación hecha entonces determinaba que todos esos activos eran inferiores al lucro potencial de Clarín” comentó a Pagina 12 un frigorista testigo del acuerdo. “la viuda necesitaba dinero, comentó, y es allí donde aparece Rogelio (Frigerio) que le da una mano haciendo una gestión con la banca para conseguir los recursos necesarios. Además, Frigerio es el que interviene para eliminar la desorganización que había ganado a la administración del diario, conducida por Héctor Cabezas. Con la expulsión de Cabezas comienza a renovarse el staff administrativo y es allí cuando ingresan tres contadores recién recibidos que habían militado en el movimiento estudiantil del desarrollismo en La Plata: Héctor Magnetto, José Aranda y Lucio Pagliaro.”
El ingreso de Marcos Cytrinblum es menos espectacular. En 1959 el Ruso tenía dos fuentes de ingresos: trabajaba como obrero talabartalero fabricando carteras para dama y tenía un segundo ingreso, su primera incursión en el periodismo, como redactor de un house organ de una empresa de telecomunicaciones alemana. Allí conoció al periodista Osvaldo Bayer, que es quien lo lleva a Clarín como reportero de interior. Desde entonces y hasta 1969, Cytrinblum hace una carrera brillante, pero limitado a esa sección. Mientras tanto Magnetto va creciendo. En 1974, Marcos es jefe de interior y su adversario apunta su primer gran éxito cuando interviene para resolver la crisis por la que atraviesa el diario. Con el aumento en 1973 del precio del petróleo, y la siguiente alza del dólar, Clarín entra en un período de asfixia financiera, condicionado por el precio del papel que aún debían importar. Por otra parte, la presencia del desarrollismo y la posición crítica que venía asumiendo frente al gobierno de Perón, no sólo despertó las iras del viejo caudillo sino la de las CGT que declaró contra el diario un boicot retirándole publicidad y recomendando a sus patrocinadores que se abstengan de comprar el matutino. “Allí Magnetto tuvo un papel fundamental en la negociación y logró zafar al diario de la furia oficialista”. Recuerda hoy un miembro del gabinete económico que entonces respondía al Ministro José Gelbard.
En 1975 Marcos Cytrinblum es prosecretario general y la línea del tercer piso comienza a consolidarse con gerentes que hablan ya del “necesario despegue” de Clarín. Con la renuncia de Octavio Frigerio y la desaparición del secretario general Eduardo Durruti delta escena, que marchó como corresponsal a los Estados Unidos, el diario queda a merced de los dos poderosos. Es allí cuando el Ruso y Magnetto tejen una alianza táctica. El único obstáculo era ahora el desarrollismo.

APLAUSOS POR FAVOR

En 1981, Oscar Camilión también parte de Clarín. No tenía un destino periodístico sino diplomático: el presidente Roberto Viola lo había convocado para desempeñarse como Canciller de la segunda fase del proceso. Y a fines de ese año, la suerte del desarrollismo al frente del diario estaba sellada. Se cancelaban por entonces los compromisos económicos y en tales circunstancias Cytrinblum y Magnetto dan el golpe. En febrero de 1982, expulsan al frigerismo de la redacción y quiebran, al mismo tiempo, el motivo de su unidad.
Desde entonces y hasta hace una semana, la rivalidad entre ambos no dejó de crecer. Un jefe de sección elegido por Magnetto podía esperar sentado horas en la antesala de Cytrinblum, así como los protegidos del secretario de redacción nunca conseguirían un favor especial del tercer piso. De a poco, Cytrinblum fue cambiando la cara del diario hasta convertirlo en “El gran diario argentino”. La tirada saltó de 250 mil a los 500 mil los días de semana y picos de un millón los domingos.
Pero Magnetto tampoco perdía el tiempo. La inauguración de Papel Prensa en septiembre de 1978, que le garantizó junto a La Nación y La Razón el papel a menor costo, fue el primero de sus éxitos perdurables.
Después vendrían todas las aventuras bancarias y financieras del grupo, considerablemente exitosas según los entendidos, y la expansión hacia la radio y la televisión. Fue justamente en la compra de Canal 13 donde su nombre brilló en primer lugar (la sociedad está compuesta en un 60% por AGEA, Noble 32%, Magnetto 25%, e Invarar, Noble 15% y Magnetto 31%, en un 40%), y cuando quedó claro hacia cual de los rivales se inclinaba la balanza del futuro.
En el camino Magnetto fue ganando el favor de la viuda de Noble, al punto que alcanzó un lugar en el directorio, parte de las acciones y prácticamente el manejo discrecional de la empresa. Laura Ernestina Herrera de Noble ya le había dado la prueba de mayor confianza al nombrarlo albacea general del paquete accionario que algún día heredarán los dos hijos que adoptó en 1976 y 1977.


CAE EL TELÓN

La lucha era desigual y al final previsible, aunque son varias las versiones, todas interesadas por supuesto, sobre el desencadenamiento puntual de la ruptura.

Primera versión: Cytrinblum y Morales Solá, concientes de su debilidad relativa, planeaban asociarse con el magnate británico Robert Maxwell, para gastar arte de los 200 millones de dólares que prometió invertir en el país con la compra de La Razón. Los que cuentan esta versión agregan que Magnetto “allanó” las oficinas de Joaquín Morales Solá para descubrir un supuesto organigrama del personal de La Razón, mechado con nombres que pensaba llevarse de Clarín.

Segunda versión: Consolidado el poder de Magnetto, el despido de Cytrinblum y compañía serviría como cortina de humo para disimular los planes de Clarín para comprar La Razón, interesado fundamentalmente por las acciones de Papel Prensa que todavía le quedan. Los que prefieren esta versión tampoco pierden la oportunidad de señalar el nombre de Maxwell como un posible socio en las sombras.

Tercera Versión: Cansados de los trajines del periodismo, Cytrinblum y Morales Solá eligieron el dulce reposo del retiro empresario. Con parte de acumulado se dedicarán a aprovechar conexiones largamente trabajadas durante los años en que manejaron el diario con mayor tirada del país. Los que repiten esa versión no hablan de Maxwell, sino de conocidos artista que los elegirían de representantes.

Quizá ninguna de las versiones sea cierta y la explicación sea más sencilla. Tan sencilla como que las paralelas a veces se tocan, aunque sea para rechazarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Héctor Cabezas no fue explulsado. Simplemente renunció cuando supo en manos de quien iba a quedar el diario.
Saludos