La prioridad del Frente de Unidad es recuperar las paritarias generales para nuestro gremio, cosa que la actual conducción de la UTPBA "olvidó"

En excelente artículo que publicó una de las revistas del Frente (La Gremial de Prensa) el reconocido abogado laboralista dedicado al tema medios, León Piasek, explica la necesidad de reconquistar este instrumento que es imprescindible para recuperar la dignidad, orgullo y conciencia de ser Trabajadores de Prensa. No regalemos nuestro voto a esta burocracia que hace 26 años nos somete al ninguneo de los monopolios clásicos y al de los nuevos medios paraestatales, vamos con Bayer muchachos, no nos equivoquemos otra vez. Acá un resumen del texto que si se consideran laburantes de prensa no pueden dejar de leer.

La negociación colectiva de trabajo comparte la definición amplia de la Organización mundial de Trabajo y sirve para fijar las condiciones de trabajo y empleo, regular las relaciones entre empleadores y trabajadores también con sus organizaciones. Se trata de un derecho de los sindicatos reconocido para negociar convenio colectivos de trabajo como se expresa en el Artículo 14 bis de la Constitución.

Es una herramienta más de lucha de los trabajdores y de las organizaciones sindicales para conseguir más y mejores salarios, condiciones de trabajo, recategorizaciones, promoción ante vacantes, prevención de enfermedades y accidentes, tutela contra la discriminación, estabilidad en los puestos, redistribución de las ganancias, participación en la dirección y organización de las empresas. Su propia denominación (paritaria) implica una paridad entre empresarios y trabajadores. Los convenios colectivos de trabajo una vez firmados y homologados (legalizados) por el Ministerio de Trabajo, tienen efectos jurídicos que se aplican a todos los trabajadores y empleados representados por las partes. Permite la movilización de todos los afiliados y no afiliados, que no deben ser meros espectadores de lo que se resuelva en la unidad negociadora, sino que deben promover la actividad sindical y, en caso de resistencia de la patronal, decidir colectivamente las medidas de acción directa para lograr estándares superiores que superen que es, en nuestro caso, las normas del Estatuto del Periodista Profesional y Estatuto de Empleados Administrativos de empresas periodísticas.

En la historia reciente, en los '90 especialmente, las estadísticas nos dan cuenta del gran porcentaje de negociaciones a la baja y de la temática incorporada en los convenios de actividad o de empresa, que han sido funcionales al modelo de acumulación y redistribución de las ganancias. Los grandes grupos han mejorado notablemente la productividad, mientras ha aumentado la pobreza, la desocupación, la subocupación, la desprotección a nivel de la seguridad social; se han alcanzado niveles récord de quiebras. cierres de empresas, despidos masivo, etc.

En la UTPBA en otra época se puso en práctica la movilización de los trabjadores para discutir las mejora en los convenios con la premisa de mantener la vigencia irrestricta de los Estatutos Especiales, que sufrieron serios embates de grupos empresarios y sucesivos gobiernos para lograr su derogación total o parcial. La resistencia patronal que se avanzara en las paritarias, a lo que se sumó posteriormente la desmovilización y la decisión política de la UTPBA de no peticionar la convocatoria a paritarias.

Si se pudiera plasmar hoy en los convenios más y mejores derechos esto tendría efectos favorables en incrementos de escalas salariales y condiciones de trabajo en todas las empresas y contratos de trabajo. En la actualidad sólo se negocia en la empresas que tienen delegados y que han conseguido mediante el conflicto y la negociación incrementos salariales, conquistas y beneficios diferenciales. Pero la gran masa de trabajadores se encuentra condicionada por básicos de convenio desactualizados, sin poder de negociación y en condiciones precarias e ilegales de contratación. Hay que rescatar y aprender de las experiencias de los compañeros en los conflictos y en las negociaciones por empresa y convencernos de que el valor de la paritarias reside en la movilización de los trabajadores, en la solidaridad de los distintos colectivos de empresas grandes con los dependientes de empresas medianas y chicas, en la posibilidad de que colaboradores y cientos de trabajadores, que por fraude no son reconocidos como trabajadores de prensa, tengan los mismos derechos que gozan sus colegas registrados legalmente. Las empresas actúan impunemente cuando no existe organización gremial.

La convocatoria a paritarias permitiría incrementar las escalas salariales y básicos de convenios de convenio desactualizados, luchar por derechos no reconocidos, amparar a los trabajadores a los que no se les reconoce la protección de los Estatutos especiales, ni los convenios, ni siquiera la legislación laboral y previsional general, como ocurre en C5N, por citar sólo un ejemplo, tutelar a los trabajadores, a los que se los encuadra como empleados de comercio, a los que facturan sus trabajos (N del Notero: como el caso de los pibes que trabajan en la AM 750, la radio que regentea uno de los más caros exponentes de la lista Celeste y Blanca, el Edu Aliverti), a los que no gozan de derechos básicos laborales y de seguridad social.