Dicen que cuando suena el río suena el río, y en este caso de las valijas, uno se pregunta: ¿habrá llegado el momento de la estocada final?. Fue precisamente el diario de los Mitre, y su fiel ladero Joaquín Morale Solá, (el premiado por Antonio Domingo Bussi) quienes terminaron de limar el poco poder que le quedaba a la administración De la Rúa. Si ya sé "no hay que matar al mensajero" y que Fernándo se caía igual. El tema es que La Nación, que para los muchachos del poder es un diario para temer, supo y sabe callar y justificar las peores barbaridades de nuestra amarga historia. Ayer escuché entre bambalinas decir a un connotado diputado K: "Y, pero es La Nación viste, no es joda". "El mensajero" esta vez vuelve a gozar del miedo y la credibilidad (aunque no sea reconocido en público) de la clase política y de muchos de los periodistas que para la opinión pública venden que es una fuente creíble y seria. No importa que en el café, subidos al carro del izquierdismo burgués de copetín, digan para los amigos y colegas nuevos que se trata del diario de la Oligarquía.
Nadie niega que lo de Antonini es una macabra y sucia opereta entre el prestamista Chávez y el matrimonio que está en la rosada. Lo que sí llama la atención es la lógica con la que el guión se va desarrollando; nueve meses de gobierno, varios hechos de corrupción desde el comienzo, un desaparecido (Julio López), crisis inflacionaria, condenas a genocidas, desaciertos continuos, manotazos de ahogados, narcotráfico, riesgo país, baja de la popularidad, el caso emblema (el de Wilson) que vendría a representar los sobornos del senado para los kirchner, y como no alcanzó todavía, vamos por más con el juicio en Miami. Repito, nadie dice que el juicio es una operación de la CIA ni mucho menos, sólo miramos la película en casa y sin pochoclo porque los precios se fueron a la mierda.
Ahora, evitando las pedorras teorías conspirativas, lo que queda claro es que acá no hay buenos ni malos. Este es un duelo de titanes. Acá muchos parecen haber olvidado que el flaco que está en Olivos no es De la Rúa, quien la noche que el país se le incendiaba se fue a dormir temprano porque el hombre no madrugaba, ¿se acuerdan?. Lupo militó , y a pesar de que hoy la tiene toda, no es boludo, muchos creen que no sabe de trasnochar, de tomar Whisky con buenos puros o de salir a pintar paredes con su nombre. Néstor es un ser ambicioso y amante del poder; vivió, creció y se formó para llegar a donde está, no va a dejar que le arrebate el bastón un Duhalde resucitado, un Joaquín, que anduvo a los besos con el proceso, un Cobos con su sueño de una noche de verano, un Campo ganador en los medios y perdedor en los números, una Magdalena que hasta ahora ha sido perdonada por los organismos de Derechos Humanos, un Víctor Hugo resentido, o un Clarín mercenario. Ustedes saben que si hay algo que este blog no es, es oficialista. Tampoco es opositor porque sí, no va para donde lo quiere llevar la manada, no le interesa el bronce y no se condidera héroe de nada, por eso mismo es anónimo, no, como dijo una amiga que amablemente nos dejó un mensaje, "porque así gozan de impunidad".
No hay que subestimar a ninguno de los dos contrincantes en esta pelea. Lo bueno sería que visto los datos objetivos del pasado y del presente tomemos conciencia que ninguno de estos dos modelos, que en realidad no difieren mucho uno del otro (sólo en maquillaje), sirve ni sevirá a nuestros hijos. ¿Qué entonces? se preguntara el tipo de clase media como yo, que come el asadito el domingo, va al cine, se toma unos drinks con los amigos y blogea en estas maquinolas carítas. Bueno ¡no! no se asusten, ni la revolución marxista, ni el Partido Obrero, ni la guerra de guerrillas son nuestro destino, pero podemos mejorar eh!. Primero, con tomarse en serio no ser tan individualistas y mezquinos, tenemos que apoyar proyectos viables que brinden oportunidades para todos. Ya sé que los pragmáticos dirán, bueh! este boludo se mandó una efedrina de Deepak Chopra, ¡no amigos!, en realidad leí una y otra vez el plan de gobierno que llegó a concretar Arturo Humberto Illía en sus tres años de gobierno, si no creen, no tienen más que investigar cualquier fuente. Además verán que hacía al respecto el diario de los Mitre. Si hubo un tipo así puede haber otro, pero con verdadero respaldo popular, estoy seguro. Perdón por la lata pero esta efedrina produce insomnio. Ah! olvide decirles algo, si la justiciera en esta vaina de las valijas es Patricia Bullrich, agarrensé los huevos bien fuerte!!! (damas, sepan disculpar la guarandaga, no encontré otra figura literaria).
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