Con este título digno de Página 12 en su etapa crepúscular quiero decir dos cositas sobre la nota de Gerardo Rozín al ya legendario sacerdote.
Primero que nada, hay que remarcar que fue un buen intento de golpe de efecto preguntarle de movida al cura por qué le daba la nota a un periodísta que no le cree. En realidad a mí me pareció más una actuación digna del Ova Sabatini, y para colmo de males, en un mal día.
Queda claro que el Magnate de Floresta (Hadad) sigue manteniendo "solidarios" lazos con el polémico representante de Dios, y cuando puede lo utiliza para pegar un par de puntitos de rating, especialmente en su nuevo canal de noticias que aún es superado por el impresentable Canal 26, entre otros. Una cosa que se le escapó a Rozín, en una notita que le hicieron en Radio 10 para publicitar el evento, es que al curita le hicieron la entrevista en una oficina que está frente a la fundación que regenteaba, donde pasa la mayoría de su tiempo. Allí viviría y tendría permitidas algunas visitas al lugar en el que habitan "sus chicos", siempre y cuando no sea de noche. Una aberración jurídica y ética si las hay!!!. ¿Cómo ese sospechoso puede merodear por la escena del crimen con absoluto descaro?, es una pregunta sin respuesta. Pero claro, en el país donde no aparece Julio López y matan a un genocida antes de escuchar su fallo, lo de Grassi es considerado un "juego de niños". Lean esto que levantó Señales
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