Llegó el día y finalmente el Luna Park fue el lugar elegido para presentar la fórmula oficial. La puesta en escena estuvo a cargo de Enrique “Pepe” Albistur y el botox, vaya a saber de quién.
De todos modos, la idea de esta nota no es atacar los gustos de la Senadora por la cuestión estética, sino hacer algunas observaciones sobre el tema de la imagen negativa que la candidata despierta en las audiencias verdaderas y no armadas. El asunto tiene más peso, cuando se observa llamativamente que las encuestas la siguen posicionando como la rotunda ganadora en octubre.
EL NOTERODEAPIE tuvo la oportunidad en mayo pasado de infiltrarse en el lanzamiento de la fórmula de Filmus-Heller para la Ciudad de Buenos Aires. El evento se desarrolló en un Restaurante de Puerto Madero a instancias de la visita y apoyo de la esposa del Presidente. Ya que de no contar con su presencia se hubiera llevado a cabo en un lugar donde pudiera asistir alguna militancia de la Capital.
La anécdota es la siguiente: El lugar estaba lleno de las figuras que trabajan en el Canal público, Radio Nacional y también había algunos personajes relacionados a la política K. Mayoritariamente era gente que mantiene alguna relación laboral con el Sistema Nacional de Medios Públicos a cargo del Interventor Ricardo Palacio, quien recibe órdenes estrictas del legendario “Pepe” (no Firmenich sino Albistur). Podemos citar entre los presentes a Pepito Cibrian Campoy, Coco Silly, Mex Urtizberea, Daniel Araoz, Lola Berthet, Graciela Duffau, Tom Lupo, etc.
Los presentadores de turno esa noche fueron los hermanos Korol, que intentaron desde el principio ponerle al acto una cuota de desenfado, cosa que obviamente, nunca lograron.
De todos modos, la idea de esta nota no es atacar los gustos de la Senadora por la cuestión estética, sino hacer algunas observaciones sobre el tema de la imagen negativa que la candidata despierta en las audiencias verdaderas y no armadas. El asunto tiene más peso, cuando se observa llamativamente que las encuestas la siguen posicionando como la rotunda ganadora en octubre.
EL NOTERODEAPIE tuvo la oportunidad en mayo pasado de infiltrarse en el lanzamiento de la fórmula de Filmus-Heller para la Ciudad de Buenos Aires. El evento se desarrolló en un Restaurante de Puerto Madero a instancias de la visita y apoyo de la esposa del Presidente. Ya que de no contar con su presencia se hubiera llevado a cabo en un lugar donde pudiera asistir alguna militancia de la Capital.
La anécdota es la siguiente: El lugar estaba lleno de las figuras que trabajan en el Canal público, Radio Nacional y también había algunos personajes relacionados a la política K. Mayoritariamente era gente que mantiene alguna relación laboral con el Sistema Nacional de Medios Públicos a cargo del Interventor Ricardo Palacio, quien recibe órdenes estrictas del legendario “Pepe” (no Firmenich sino Albistur). Podemos citar entre los presentes a Pepito Cibrian Campoy, Coco Silly, Mex Urtizberea, Daniel Araoz, Lola Berthet, Graciela Duffau, Tom Lupo, etc.
Los presentadores de turno esa noche fueron los hermanos Korol, que intentaron desde el principio ponerle al acto una cuota de desenfado, cosa que obviamente, nunca lograron.
Más allá de la bromas al propio estilo de los muchachos vale decir que el clima era extraño. Buena comida, buena bebida, pero se percibía en el aire un halito de espera. Claro, tenían que empezar a hablar los oradores y la Dama no llegaba. Estaban dispuestas las cámaras del mismo Canal 7, incluidos todos los programas que conforman su grilla, con productores y todo, un despliegue realmente hollywoodense.
Pepe dio la orden de comenzar, estaba con su clásica estirpe, bigote a la Luppi y bronceado caribeño. La Candidata ya había anunciado su llegada vía celular.
Luego de las ¿bromas? de rigor de los Korol, subió al pequeño palco Carlos Heller. Su discurso fue recepcionado con aplausos y el hombre hasta demostró inclusive, cierto histrionismo. Detrás vino un ceremonioso Daniel Filmus, que con rancia pasividad comenzó a aburrir a la audiencia. Pero, bien por Pepe!, todo estaba calculado. Casi sobre el éxtasis del bostezo hizo su aparición efervescente Cristina. Con luces y cámaras que la perseguían, llegó para sentarse al lado de la tarima y saludó como vieja amiga a Adriana Varela. La cantante que en los ’90 formaba parte de la embajada de artistas que Menem paseaba por el mundo.
Seguido; flashes, gritos y la clasica tensión frivola. Filmus comenzó a trastabillar y finalmente, con los Korol intentando meter vocado, hizo subir a la figura de la noche al escenario.
Aplausos, luces de frente, ropa sofisticada, collar al cuello y el botox en todo su esplendor, comenzaron a generar cierta atmósfera tensa. La gran oradora tomó aire y casi como con un método de discurso cabalmente ensayado, empezó de manera casi omnipotente. Enseguida, principalmente las mujeres, comenzaron a hacer comentarios por lo bajo a interlocutores ocasionales y a correrse lentamente hacia el fondo. Los hombres esbozaban entre ellos alguna sonrisa picara pero terminaban las frases con movimientos negativos de cabeza. Algo raro pasaba. EL NOTERODEAPIE dejó de prestar atención a la disertación, que sonaba a reto de maestra enojada, y empezó a escuchar lo que se decía alrededor. Un hombre de corbata comentó en voz baja “todo muy lindo pero yo ya cumplí” y partió raudamente para la salida. Una muchacha extremadamente bella quedó sola como el Chavo del Ocho en clase exclamando “¡Pero se nota mucho!”.
La cuestión, es que como si se tratara de un público que intenta irse de la cancha antes de que termine el partido para evitar aglomeraciones, todos siguieron al hombre de corbata a la calle.
Aquí acaba lo que vivió EL NOTERODEAPIE, pero ahora algo bastante parecido, pero más crudo le ocurrió a Cristina en un lugar mucho más concurrido. El lugar, el Teatro Orfeo de la Ciudad de Córdoba. Allí Ricardo Montaner, en uno de sus show y ante ocho mil personas, nombró a la candidata dando por hecho que será la próxima presidenta. Recibió como respuesta un minuto de abucheos, gritos e insultos. Llamativo no? La pregunta en todo caso es: ¿esto es algo que genera ella o la gestión que llevó a cabo hasta ahora su marido? La respuesta: sólo el tiempo lo dirá en su inexorable cuenta regresiva.
Pepe dio la orden de comenzar, estaba con su clásica estirpe, bigote a la Luppi y bronceado caribeño. La Candidata ya había anunciado su llegada vía celular.
Luego de las ¿bromas? de rigor de los Korol, subió al pequeño palco Carlos Heller. Su discurso fue recepcionado con aplausos y el hombre hasta demostró inclusive, cierto histrionismo. Detrás vino un ceremonioso Daniel Filmus, que con rancia pasividad comenzó a aburrir a la audiencia. Pero, bien por Pepe!, todo estaba calculado. Casi sobre el éxtasis del bostezo hizo su aparición efervescente Cristina. Con luces y cámaras que la perseguían, llegó para sentarse al lado de la tarima y saludó como vieja amiga a Adriana Varela. La cantante que en los ’90 formaba parte de la embajada de artistas que Menem paseaba por el mundo.
Seguido; flashes, gritos y la clasica tensión frivola. Filmus comenzó a trastabillar y finalmente, con los Korol intentando meter vocado, hizo subir a la figura de la noche al escenario.
Aplausos, luces de frente, ropa sofisticada, collar al cuello y el botox en todo su esplendor, comenzaron a generar cierta atmósfera tensa. La gran oradora tomó aire y casi como con un método de discurso cabalmente ensayado, empezó de manera casi omnipotente. Enseguida, principalmente las mujeres, comenzaron a hacer comentarios por lo bajo a interlocutores ocasionales y a correrse lentamente hacia el fondo. Los hombres esbozaban entre ellos alguna sonrisa picara pero terminaban las frases con movimientos negativos de cabeza. Algo raro pasaba. EL NOTERODEAPIE dejó de prestar atención a la disertación, que sonaba a reto de maestra enojada, y empezó a escuchar lo que se decía alrededor. Un hombre de corbata comentó en voz baja “todo muy lindo pero yo ya cumplí” y partió raudamente para la salida. Una muchacha extremadamente bella quedó sola como el Chavo del Ocho en clase exclamando “¡Pero se nota mucho!”.
La cuestión, es que como si se tratara de un público que intenta irse de la cancha antes de que termine el partido para evitar aglomeraciones, todos siguieron al hombre de corbata a la calle.
Aquí acaba lo que vivió EL NOTERODEAPIE, pero ahora algo bastante parecido, pero más crudo le ocurrió a Cristina en un lugar mucho más concurrido. El lugar, el Teatro Orfeo de la Ciudad de Córdoba. Allí Ricardo Montaner, en uno de sus show y ante ocho mil personas, nombró a la candidata dando por hecho que será la próxima presidenta. Recibió como respuesta un minuto de abucheos, gritos e insultos. Llamativo no? La pregunta en todo caso es: ¿esto es algo que genera ella o la gestión que llevó a cabo hasta ahora su marido? La respuesta: sólo el tiempo lo dirá en su inexorable cuenta regresiva.
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