La Matanza fue antaño el cordón industrial por excelencia del conurbano bonaerense. Hoy, y luego de continuas políticas de desguase y exfoliación, se ha convertido en el municipio con mayor cantidad de población (1.500.000 habitantes), es decir votos y miseria. Un cuadro de ese proceso fue, entre otras, la desaparición de la poderosa Textil Oeste, predio en el que hoy se yergue uno de los hipermercados más grandes de la región (Wall Mart, San Justo). En épocas de regreso de la democracia el caudillo por excelencia allí fue Federico Pedro Russo, intendente peronista con largo historial en el distrito. Luego llegaría desde las sombras el empresario papelero que tejería junto a su delfín Carlos Cozzi un temible poder en el partido que terminaría por transformarse en su feudo, hablamos de Alberto Pierri. Desde allí el hombre generó una estructura que combinaría política, mafia y buenos negocios. Entre las cosas que aún recuerdan los matanceros como algo normal, están las imágenes de los camiones municipales tendiendo las redes de cable de lo que hoy es su operadora Telecentro. También la compra y supuesta donación de los terrenos de la Volswagen a la Fundación de la Universidad de La Matanza que él mismo presidía y que aún hoy sigue en litigio y sale a la luz según los tiempos políticos que corren. De la mano de Pierri surgieron otros “cuadros” en la zona que van desde el actual Intendente Fernándo Espinoza hasta el ya legendario Luis D’elía.
La seguidilla de períodos decadentes dan la pauta de que no es casualidad que en los peores momentos de la crisis de 2001 Matanza haya sido protagonista de los principales movimientos piqueteros del Gran Buenos Aires que permitió a su vez, reciclar a personajes ya conocidos en la zona como el piquetero que nombramos y Juan Carlos Alderete de la CCA. Los muchachos que supieron construir su poder cortando las vías de la Ruta 3 hasta que cayera Fernándo de La Rúa.
Pero lo mejor aún no llegaba. Ya había aparecido en escena Alberto Ballestrini, hasta ese momento enemigo político de Pierri que ya se encontraba afincado en la Municipalidad preocupado por no cumplir ninguna de las promesas que antes hacía en su programa radial que salía por la emisora del Obispado de San Justo, previo a las elecciones contra Pinki, “Ballestrini responde”. El abogado luego devolvería los favores a la curia otorgando importantes subsidios que aún hoy llegan en masa.
En momentos de la ascensión al poder de Kirchner, el ahora Presidente de la Cámara de Diputados, supo jugar sus fichas a crecer dentro de la estructura K y no se equivocó. Dejó la intendencia a su ahora delfín Espinoza y entró a las ligas mayores aunque hoy no le simpatice nada tener que ir detrás de Scioli en la Provincia.
En la fantochada matancera entraron a jugar para las próximas elecciones personajes macabros de la altura del matarife Alberto Samid, del líder del recordado CDO (Comando De Organización) Brito Lima, del asesor presidencial en el rubro comercio Luis Ledesma, del lacayo pierrista Juan Carlos Piriz y por supuesto de D’elía. Este rejunte impresentable intentó armar un frente opositor al Candidato K en el partido. Fernándo Espinoza no se inquietó demasiado y esperó que alguno encendiera la mecha desde su oficina del edificio municipal.
Ahora resulta que de esa logia sólo quedan aliados D’elia y Ledesma, quienes tratan de incorporar al Alicista K (por la hermana del Presidente) Jorge Ceballos, que obviamente no quiere ni oír hablar del tema.
La seguidilla de períodos decadentes dan la pauta de que no es casualidad que en los peores momentos de la crisis de 2001 Matanza haya sido protagonista de los principales movimientos piqueteros del Gran Buenos Aires que permitió a su vez, reciclar a personajes ya conocidos en la zona como el piquetero que nombramos y Juan Carlos Alderete de la CCA. Los muchachos que supieron construir su poder cortando las vías de la Ruta 3 hasta que cayera Fernándo de La Rúa.
Pero lo mejor aún no llegaba. Ya había aparecido en escena Alberto Ballestrini, hasta ese momento enemigo político de Pierri que ya se encontraba afincado en la Municipalidad preocupado por no cumplir ninguna de las promesas que antes hacía en su programa radial que salía por la emisora del Obispado de San Justo, previo a las elecciones contra Pinki, “Ballestrini responde”. El abogado luego devolvería los favores a la curia otorgando importantes subsidios que aún hoy llegan en masa.
En momentos de la ascensión al poder de Kirchner, el ahora Presidente de la Cámara de Diputados, supo jugar sus fichas a crecer dentro de la estructura K y no se equivocó. Dejó la intendencia a su ahora delfín Espinoza y entró a las ligas mayores aunque hoy no le simpatice nada tener que ir detrás de Scioli en la Provincia.
En la fantochada matancera entraron a jugar para las próximas elecciones personajes macabros de la altura del matarife Alberto Samid, del líder del recordado CDO (Comando De Organización) Brito Lima, del asesor presidencial en el rubro comercio Luis Ledesma, del lacayo pierrista Juan Carlos Piriz y por supuesto de D’elía. Este rejunte impresentable intentó armar un frente opositor al Candidato K en el partido. Fernándo Espinoza no se inquietó demasiado y esperó que alguno encendiera la mecha desde su oficina del edificio municipal.
Ahora resulta que de esa logia sólo quedan aliados D’elia y Ledesma, quienes tratan de incorporar al Alicista K (por la hermana del Presidente) Jorge Ceballos, que obviamente no quiere ni oír hablar del tema.
Para dirimir el 28 de agosto quien va a ser el candidato los muchachos mandaron a hacer una encuesta que el líder de la FTV hizo dibujar a sus encuestadores porque los números no le cerraban ni por casualidad.
Oh! pobre Matanza, tan lejos de Dios y tan cerca de la corruptela en todas sus variantes.
Oh! pobre Matanza, tan lejos de Dios y tan cerca de la corruptela en todas sus variantes.
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