Allá por el 2004 supo hacer sus primeros galones televisivos participando en un programa de América que conducía Mex Urtizberea (Kermex). El ciclo pasó sin pena ni gloria. También se dedicó a escribir y participar de Aire comprimido con Marcelo Zlotogwiazda en la mañana de Rock & Pop. Allí desenfundaba su estilo crítico e incisivo siguiéndole los pasos al conductor. De repente cayó bien en el entorno del ya legendario Pepe Albistur y se le abrieron las puertas de Radio Nacional, Canal Siete y hasta Telesur. Se transformó en la periodista insignia de la administración K. Se la escuchaba en el ciclo que conduce Héctor Larrea por la radio pública, y además comenzó a conducir desde Buenos Aires la transmisión en dúplex con Caracas, del noticiero central de Telesur. Un ascenso vertiginoso!!!. Pero la muchacha intentó vanamente mezclar la vocación oficialista con el pseudo periodismo independiente argentino, y se desayunó una mañana con que Pepe dio la orden de que fuera apartada del multimedios oficial. Así desapareció su co-conducción por Nacional, y de un día para el otro, los venezolanos y argentinos dejaron de ver su bello rostro. Nuestra ambiciosa joven pasó inmediatamente y sin escalas, a cubrir el incidente del hombre que se arrojó con camión y todo sobre la casa del Presidente Kirchner junto a Luís Majul, y como si esto fuera poco, para el canal de los más fervientes opositores, José Luis Manzano y Francisco De Narvaéz. Desde el sur despotricó junto a su nuevo compañero contra la falta de libertades y la corrupción K en Santa Cruz. ¡Que ductilidad! Un ejemplo de objetividad y de principios.
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