La extraña solidaridad del público, dirigentes y artistas argentinos

Ya habíamos tocado el tema alguna vez en el blog, ¿se acuerdan?. De todos modos aclaramos que nadie discute calidades y cualidades artísticas o de mensaje social. Lo que ponemos en el tapete es esa impostura que suele dar rédito publicitario a figuras del espectáculo, dirigentes políticos y hasta a nosotros mismos como público. Después de haber escuchado los "conmovedores" comentarios de la prensa nacional sobre el festival solidario que organizó Juan Carr con una serie de artistas locales en favor del Chile, nos queda un sabor amargo. ¿Como es que nunca estos muchachos se juntan para ayudar a las miles de comunidades indígenas (y no indígenas) que mueren de hambre y enfermedades absurdas cada día en todo el país?. O sin ir "tan lejos" ¿cómo es que Calamaro, Ceratti, Los Cadillacs, Carr, Gieco, etc, nunca se unen para sacar a los cientos de chicos que se cagan de hambre, de frío, de adicciones desesperadas en las calles de la Ciudad de Buenos Aires o en el Conurbano por las que ellos transitan permanentemente?. Ya sabemos que alguna vez alguno de estos tipos lo hizo, pero la verdad es que no nos cierra. O somos glamorosos, como más de alguna figurita local (y todos nos chupa un huevo), o somos solidarios de verdad. Da la sensación de que esta vuelta la cosa fue armada para que digan "uh! miren los argentinos que buenos que son y encima con un país que los traicionó en otras épocas y con el cual además tampoco se llevan tan bien".

Este comentario sobre los artistas igual se empequeñece ante la hipocresía de los políticos argentos, partiendo de la Presidenta que hizo publica una lista de elementos técnicos, económicos y de recursos humanos que fueron enviados al país vecino. Eso no está mal. lo que pasa es que esta gente no manda ni una leche en polvo, ni una curita al interior de nuestro territorio. Especialmente al norte, donde si se pegan una vuelta van a saber lo que es ser olvidado por estos burócratas perfumados y elegantemente vestidos que tienen dietas millonarias en el Senado y en el Congreso de La Nación.

Por último un palo para nosotros mismos, en el recital se juntaron 60 toneladas de alimento y 30 de ropa. Algo genial, pero imaginen con un par de actividades como estas, la cantidad de pibes que sacaríamos de la miseria. Pero claro, estamos divagando...el porteño medio y de más arriba, se conmueve y gasta millonadas en mascotas que viven como la nobleza o sólo con terremotos lejanos que ve por televisión. Mientras tanto pasa ciego frente a la escalofriante realidad que tiene a las puertas de su casa: pibitos con bolsas en las narices; flacos, sucios, enfermos, embriagados de resentimiento, familias enteras que duermen en cajeros automáticos o comercios cerrados. Una pesadilla siniestra a la que asistimos todos los días. No se entiende la mecánica de adoptar un niño de Haití y dejar que el de la esquina se muera sólo y triste. Ojo! aclaramos, porque siempre hay un boludo que nos trata de franco tiradores o que va a decir "a miren, estos hablan de la invasión silenciosa de Hadad o la invasión a los hospitales porteños de Macri", no queridos!! no se confundan, hablamos de hipocresía y solidaridad mediática. Ojalá se pueda tener a toda nuestra población en excelentes condiciones y su vez ayudar al mundo entero, sería el ideal. El problema es que quizás en la lógica argenta, y como dice el dicho, nadie sea profeta en su tierra, ni siquiera para ser pobre.