Un dia del periodista con "crispaciones" y reclamos laborales

Si hay algo que tenemos que agradecerle al kirchnerismo es que en pos del sostenimiento de su hegemonía y de jugarse el todo por el todo para sostenerla, ha generado un debate desde los medios hacia la sociedad en la que hasta su propio destino va en juego. ¿Por qué?... y muy simple...desde el momento en que un grupo de ex menemistas que apoyó todas las políticas neoliberales de los '90 (hasta asociado con Clarín) pasa barnizado de progresismo a criticar lo actuado y a autoproclamarse el "gobierno popular" sin cambiar casi nada, la cosa se pone difícil de sostener para cualquiera, ni que hablar para los periodistas.

Una de las cosas de las que la sociedad tomó conciencia en este entuerto es que aquella estúpida frase "no hago periodismo de periodistas", que algunos siguen recitando como zombis, no es más que la ridícula intentona de instalar que el periodismo está inmune a todas las luchas de poder que se generan a su alrededor. Imposible. El periodista siempre jugó una fuerte tarea ideológica. En los '70 muchos abrazaron la profesión para poder llevar adelante un proyecto político que desembocara en una sociedad más justa y solidaria (los mataron a casi todos). Otros jugaron para el enemigo (siguen colados en la prensa), y otros indignos, sólo para si mismos. De estos últimos ahora hay como una suerte de pandemia. Sí!... son estos que también fueron menemistas cuando los medios públicos o privados para los que trabajaban llevaban como consigna achicar el Estado o cerrar los ramales que paraban. No dijeron nada cuando Patillas y un grupo de gobernadores de provincias petroleras, encabezados por Néstor, regalaron nuestro más importante recurso natural. Después se los vio moviendo la cola detrás de Darío Loperfido y en estos días predican las bondades que íntimamente saben que el gobierno no tuvo, no tiene, ni tendrá. Del otro lado del mostrador de los negocios ocurre lo mismo. Hay un rejunte de empleados de oligopolios mediáticos que acusan a esta administración de ser una dictadura y lider de Al Qaeda. Estamos siendo hablados por nuestros patrones y contra eso tenemos que luchar fervientemente. En nuestras discusiones callejeras, el que trabaja para Clarín dice que lo de los hijastros de Ernestina "puede ser cierto" pero que es una chicana para destruir al multimedios, en el fondo lo que teme es quedarse sin laburo y perder el "prestigio" que cree le otorga pertenecer al gran grupo. El laburante de un medio estatal o paraestatal dirá ofuscado que su colega es un gorila y que seguramente es hijo de padres que apoyaron a Videla. En el fondo se le revuelven las tripas de sólo pensar en un cambio de gobierno que le comprometa su status quo. Una tercera posición no casada con ninguna generará acusaciones mediócres de zurdaje, trostkismo y terrorismo. Dejen de embromar muchachos!!, lo que estamos discutiendo es el miedo a quedarnos en la calle, nada más. La precarización laboral sumada a la falta de escrúpulos concluye en el ataque sistemático como único recurso. No hay más argumentos, solo el miedo a la desocupación moviliza las supuestas discusiones por el "modelo". Acá no hay modelo en juego, hay pánico de ir al cajero y encontrar que ya no nos depositan la platita para seguir siendo burgueses pobres pero con LCD. No nos queremos perder algún que otro viajecito en la comitiva presidencial. La fotito en el facebook con fondo de alguna ciudad Europea, de EE.UU., o Latinoamericana puede más que cien modelos juntos. No seamos hipócritas.

Volvamos a las fuentes y hagamos causa común en defender los intereses de todos los laburantes de prensa, dejemos de andar despotricando porque le dieron dos manguitos o dos viajecitos más al compañero de al lado y no a nosotros, pensemos en grande. Por lo pronto y mientras meditan, vayamos hoy a participar del acto por el Día del Periodista en la sede del diario Crítica de la Argentina. Es a las 13:30 en Maipú 271.