
Esta compañía paga los sueldos más bajos del mercado gastronómico, no abona horas extras, tiene plantas mínimas de trabajadores y los explota indiscriminadamente. Además no deja agremiar a ningún laburante. Barrionuevo y su gremio, obviamente, jamás dijeron nada.
El compañerito de Tenembaun (otro mercenario) no sólo dio lugar a la servil nota al gerente del grupo sino que dijo que el trabajo que hace la fundación es magnífico y que varios estados deberían copiar el modelo. Me quieren decir ¿qué se le puede creer a este sujeto?. Una cosa es escuchar al salame de Juan Pablo Varsky diciendo, en una publicidad paga, que lo que aprendió ahí le sirvió para seguir creciendo y no se cuantas boludeses más. Otra muy diferente es que un tipo que se vende como periodista independiente haga un chivazo asqueroso sin el menor escrúpulo.
2 comentarios:
Es que esta gente nunca tuvo escrúpulos. Maru Trimarco
que manga de forrrros!
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