sábado, 15 de octubre de 2011

El despido de un colega en el gorila diario La Nación y la hipocresía del multimedio paraoficial

Claudio Minghetti, echado por los gorilas de la familia Saguier y "defendido" por los negreros Szpolski y Santa María... ¡¡mamita!!!

En las últimas horas se conoció el despido del crítico de cine del diario fundado por el viejo proxeneta de la historia, Bartolomé Mitre. Claudio Minghetti contó que el raje llegó luego de que hiciera una nota positiva sobre la película Juan y Eva de la directora Paula de Luque. El colega agregó en su crónica que al pasar a buscar sus cosas por la redacción los compañeros de 16 años en el matutino lo despidieron con varios aplausos... conmovedor ¿no?... ¿medidas de fuerza para defenderlo?... no!! ni en pedo!... eso sí, después llegarán los tardíos apoyos por Facebook que calmarán algunas conciencias serviles. La verdad, lo del cagazo cómplice lo podemos llegar a entender. El mismo Minghetti afirmó que su despido fue precisamente para meter el miedo en la tropa. Cosa que obviamente los sobrinos de Ernestina Herrera de Noble, los inefables Saguier, logran con facilidad... eh!... viene de familia. Lo incomprensible y que más asco da de toda esta historia es que los primeros en alzar las voces de "queja" (ver) por la desafectación del colega fueron los muchachos que dirigen medios oficialistas, olvidando que ellos son los primeros en tener empleados en ilegales o abusivas condiciones de trabajo, y también en no tener reparos a la hora de dejar gente en la calle impunemente. Lo hace Szpolski permanentemente en "su" cadena de medios paraestatales, especialmente en CN23 (ver acá) y Radio América. El otro que se gastó el dedo twiteando por la injusticia cometida por el diario de los oligarcas fue el titular de la AM 750, Victor Santa María, hombre que de la mano del "zurdo" más capitalista de la historia, Eduardo Aliverti, mantiene a trabajadores de prensa en negro y fuera de los convenios colectivos de trabajo que asisten al gremio. El tema es que cuando ocurren estas cosas, salvo los blogs de los mismos laburantes, como éste, nadie dice nada, ya sea por miedo o por conveniencias. Tenemos que parar la mano con estos abusos o tarde o temprano nos van a terminar "aplaudiendo" a todos.

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