Para cerrar la saga de la inmundicia producida por los medios en el asesinato de Candela, un resúmen del horror mediático

En esta síntesis hay de todo. Desde Gelblung y otros imbéciles sacando conclusiones estúpidas hasta "colegas" movileros con ambiciones televisivas que los hacen volcar de una manera patética. El ex periodista José Hernández determinando, como si fuera un experto en peritajes psicológicos, que la mamá de Candela enviaba "mensajes mafiosos" desde los micrófonos del circo romano montado en las puertas de su casa. Este tipo parece haber olvidado que mientras todo eso pasaba, la mujer no sabía si su hija iba a aparecer viva o muerta. A los 6: 22 del vídeo, el movilero facho y más saláme de C5N, a quien no nombramos porque no pensamos hacerle fama ni siquiera de boludo, es otra vez increpado por decir pelotudeces al aire acusando con mentiras a quienes tiene al lado. Ya es la tercera vez que a este muchacho le quieren romper la cabeza en cámara ¿se acuerdan de esto? y de ¿esto otro?. Vean además como Debora Plager (ver acá), quien también mandó fruta, se hace la boluda y deja librado a sus suerte al cabeza rapada de las SS hadadistas. Son uno peor que el otro. Para cerrar esta saga de hijaputeces de la inepta policía de la Provincia de Bs. As., de su jefe político, Daniel "Camaleón" Scioli, y de la mayoría de los medios, hay que agregar que sin querer también erró en la estrategia solidaria Juan Carr. El hombre siempre tiene buenas intenciones pero esta vez el tiro le salió por la culata, el hecho de que los artistas y figurones se hayan puesto a despotricar y a intentar meter miedo a los delincuentes fue una de las peores cosas que podrían haber pasado. De todos modos, no es culpa de él ni de los que quisieron colaborar, sino de los profesionales en todas las áreas de seguridad que no hicieron una lectura de sentido común ante el escenario que se iba conformando y que tuvo el triste desenlace que todos conocemos. Un final que se podría haber evitado si no se hubiera actuado con tanta desidia e improvisación. Scioli tendrá que guardar las cámaras de su gobernación donde no le da el sol por un largo tiempo, y a su vez, deberá dejar de ser tan demagogo y obsecuente con los medios amigos, a los que les hizo llegar material de la investigación que jamás tendría que haber salido a la luz.