
Más sangre y mierda sale publicada por los medios nacionales sobre el terrible asesinato de
Candela Rodríguez. Nadie le pone un límite a esto y los pseudoperiodistas que aparecen en cámara o en las radios, avanzan con su faena de acusaciones, ahora dirigidas pura y exclusivamente a la familia de la nena. En medio de la búsqueda, esta misma "gente" se encargó de informar a los hijos de puta que mataron brutalmente sobre cada pista que seguía la inepta policía de la provincia; ahora se ponen al frente de un montaje tipo circo romano contra quienes ellos caracterizan como "Tumberos". Ayer, el impresentable
Mauro Z, empleado ejemplar del
Grupo Clarín para el que está a disposición las
24 horas, dijo textualmente
"todo gira en torno al historial tumbero del padre". ¿Cómo se puede tomar en serio algo de lo que diga un descerebrado de estas características?. Otro que está subido al tren del morbo y sin medidas es
Paulo Kablan, el "enterrador" de
C5N, quien se animó sin tapujos a presentar
esta cagada en cámaras... la verdad!!...un miserable!!... La tapa que subimos habla por si sola, igual!... de
Crónica que se puede esperar?. El que está descontrolado por unos minutos de fama es el movilero de
América TV,
José Hernández, ahora si que a este colega le perdimos todo respeto. No se puede ser tan desfachatado de salir a acusar y a torear a la madre de la víctima en el medio de un duelo semejante. Quien les dijo a estos muchachos que tienen autoridad para culpar a alguien. ¿Cómo se puede creer que una persona va a dejar morir a su hijo para salvar su pellejo?. La tarea de informar es otra cosa. Las acusaciones las hace la justicia, no nosotros. La comandancia policial del
gobernador Scioli fue desastrosa. Todavía no se entiende como nadie le explicó a la familia de
Candela, que no estaba precisamente en condiciones de pensar nada, que había que evitar la trascendencia de todo lo que ocurría para que los delincuente no recibieran información y para que una campaña mediática no los hiciera sentir acorralados como ocurrió ¿en manos de quienes estamos?
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