Pases periodísticos curiosos y polémicos a la pantalla de Canal 7

¿Quienes les seguirán? ¿Biasatti? ¿Lapegüe?...¿El Gato Silvestre?... Entre colegas siempre nos alegramos cuando a alguno de los nuestros se le abre una puerta laboral que permita beneficios profesionales y laborales dignos. Algo que es muy difícil en estos tiempos que corren. Quienes trabajan en este rubro saben que los medios públicos fueron históricamente los que tuvieron y tienen los mejores beneficios generales: mejor paga, mejor protección gremial, respeto a los convenios firmados y especialmente una respetable defensa de los derechos adquiridos por los trabajadores de prensa. Por supuesto que siempre hubo excepciones y las seguirá habiendo. Tal es la coyuntura de Radio Nacional desde que asumió la última administración. De un tiempo a esta parte canales como el 9, el 13, Crónica TV, América TV, TN y C5N, entre otros, han generado un fenómeno de expulsión. En algunos casos por decisión "empresarial" y en otras por voluntad de los mismos empleados. Uno de los primeros casos emblemáticos de la era kirchnerista fue la salida de Andrés Repetto del Grupo Clarín (aquí la data) para recalar al poco tiempo en Telefé. Antes, otro amigo había tomado la decisión de terminar con los abusos de Héctor Ricardo García, hablamos de Javier Díaz, quien tomó el mismo rumbo que el especialista internacional hacia la calle Matheu. Una nueva etapa de trabajo que le dio mayor categoría y un poco de color en el semblante. En una historia rara que mezcló decisiones políticas y privadas, Melina Fleiderman tuvo que abandonar TN para entregarse a las huestes de Daniel Hadad. Lo mismo ocurrió con Gabriela Carchak que llegó a la calle Fitz Roy para estar en los móviles y terminó haciendo piso. En ese ínterin, cansada de los permanentes forreos del Magnate de Floresta se dio el proceso inverso con Sandra Capel, que fugó despavorida para aceptar la propuesta de Todo Noticias y cubrir las madrugadas. El último pase similar fue el de la bella Paulita García, que parece haberse sacado un yugo importante lejos de tipos como Marcelo Salomone (de eso nos hacemos cargo nosotros), quien forzó perversamente el destino de César Pérez Lugones para que terminara como movilero de Canal 26. (de esto también) Lo que ha llamado poderosamente la atención fueron las últimas conversiones que se gestaron entre el Monopolio y la televisión pública. La primera que sorprende es la llegada a Figueroa Alcorta y Tagle de Juan Micheli, un hombre que fue bastonero del Grupo por dos décadas y que ahora es recibido como un gran periodista independiente en el canal que solventamos todos. El otro fenómeno llamativo es la incorporación a las filas estatales de Claudia Cherasco. Eyectada primero del 13 para llegar a Canal 9 en las temibles épocas de Hadad cuando la muchacha seguía al pie de la letra la línea fachista del ex socio del hijo de Massera. Separando las aguas, lo de Patricia Molina se entiende, después de lo de Crónica TV, nunca se la vio cómoda teniendo que sobrellevar las bajadas de línea del magnettismo "ilustrado". Además es una mina laburante que la verdad se lo merecía. La pregunta, con respecto a la llegada de las figuras más polémicas que nombramos es, ¿seguirá la estrategia de chuparles operadores al enemigo coyuntural del gobierno para volverlos mansos empleados del fisco?. Se imaginan a Bonelli alabando las bondades del modelo cristinista por la pantalla de Canal 7? ¿Podría darse la posibilidad de que María Laura Santillán conduzca en un futuro no muy lejano 6,7,8?. Sí! ya sabemos... suena descabellado, al menos por ahora, pero miren a Galende y Czudnowsky ¿de dónde vinieron?, Barone, no era precisamente un militante de la tendencia. Así que todo es posible en la dimensión kirchnerista...