Importante respaldo para los colegas despedidos del Grupo Uno, propiedad de los siniestros Vila y Manzano

Los 26 despidos de LT3, LT8 y el Diario La Capital fueron muy bien capitalizados con las medidas que fueron tomando los compañeros de Rosario. Cinco días de paro, movilizaciones, negociación vía Ministerio, y en las últimas horas un importante apoyo desde el gobierno, la CGT y la CTA con una gran marcha. Todo esto sirve y mucho. El tema es que para que estas cosas ocurran hay que organizarse, tener huevos y saber encarar la situación. Los colegas han recibido importante apoyo de los medios estatales y privados también, salvo claro, los bastardos de Clarín y La Nación, solidaridad mafioso-empresaria que le dicen... Pero es digno reconocer que hasta desde Radio Continental, que responde al abusivo grupo español Prisa, se le dio lugar a la noticia. Obviamente que la iniciativa surge de los trabajadores y no de sus gerentes, pero el tema es que en los medios citados que hicieron silencio no hay trabajadores que valgan, ahí se hace con rigor castrense lo que mandan Magnetto y Saguier.

Imaginen como se habrían dado las cosas si se hubiese dado un fenómeno parecido cuando se echó gente del Grupo Clarín (Canal 13, Radio Mitre, TN y otros), de Canal 9, de Canal 26, de América TV, La Red, el Grupo CIE, o los mismísimos medios que tienen relación directa con la administración Kirchner, hablamos por ejemplo del propio C5N o el explotador haldinegra que regentea Szpolski. Es cierto que el ejecutivo se hace el boludo cuando le conviene y aprovecha para tener réditos políticos es casos como este, en el que está enfrente un enemigo propio, tal cual representa el dueto Vila-Manzano.

Con las suspensiones e intentos de despidos en Radio Nacional los trabajadores tuvieron que encarar la avanzada con sectores de la oposición y el respaldo de gremios y medios amigos. De no haber sido así se hubieran quedado solos. Por eso en este juego de fuerzas hay que tener en claro con que aliados se puede hacer presión para llegar a buen puerto.

Tomemos como ejemplo estos casos y dejemos de lado las divisiones, las deserciones, las traiciones, los miedos mezquinos y otras miserias que aparecen cuando ocurre algo tan terrible como dejarnos en la calle. De esa única forma los trabajadores de prensa tendríamos peso propio y no dependeríamos de burócratas como los de UTPBA, entre otros, que utilizan todos los recursos que generan los laburantes para viajar, participar de congresos, jetonear, tener amantes y portales para jugarlas de combativos con las crisis políticas de países lejanos como Honduras o Cuba, pero nunca para encarar movilizaciones masivas que apoyen a los compañeros expulsados de los medios privados o estatales de nuestro propio país. Esta lacra sindical predica el remanido "nosotros no podemos hacer nada si dentro de las empresas no están dadas las condiciones entre los empleados para concretar medidas de fuerza o de defensa de las fuentes laborales", una linda manera de lavarse las manos. Claro, ellos aparecen cuando la batalla ya está armada y casi ganada. ¿Qué gremialismo es ése?. Vamos amigos rosarinos, lo que están haciendo es un ejemplo para todos!