No hace mucho, en pleno enojo presidencial con Luis D'elia, debido al apoyo explícito que hiciera a la República de Irán. Salió a la luz que el destituido subsecretario de tierras había colocado a dedo a un gerente de Canal 7. Hasta la inefable Clara Mariño, olvidando sus épocas junto al viejo Berni, se mostró espantada por el poder que tenía el hombre de La Matanza en la administración K. Para ella lo del Gerente de programación, Néstor Picone, era un abuso. Acto seguido a la desafección de la televisión pública, el hombre volvió en silencio a ejercer su cargo de jefe periodístico en radio Nacional, donde su jefe político lo había encomendado en primer termino. Lo cierto es que el tipo no perdió el tiempo, y en su breve paso por Figueroa Alcorta hizo migas con Pepe Albistur, quien lo designó como su representante en la cadena Telesur. A partir de allí, Picone comenzó a despegarse del piquetero y a ser visto en las filas de la FTV como un traidor. Hoy dejó la radio estatal y se prepara a dirigir la sede de Telesur en Buenos Aires, o en su defecto, aterrizará en Caracas. D'elia seguramente le desea lo "mejor".
jueves, 6 de septiembre de 2007
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