Luego de la paliza que recibió en La Trastienda, García continuó con su impronta desquiciada e invitó a sus seguidores a vengarlo, quemando el local donde se produjeron los incidentes. El comando Say no more sólo respondió con aerosoles. Ya antes había sido golpeado por un plomo, harto de sus maltratos, en uno de sus recitales.
Hace unos años atrás, el bicolor convocó para una serie de shows en Capital a quien fuera bajista de Sui Generis, Rinaldo Rafanelli. Ante la falta de trabajo el músico aceptó gustoso el convite. Una vez terminadas las presentaciones y en la sala de ensayo, Rafanelli le preguntó a Charly con quién tenía que hablar para cobrar. Ëste lo miró sobrador y le dijo -encima que tocás conmigo querés cobrar vos, tomatelas!- El gordo Rafanelli, que es un pan de Dios, no soportó la afrenta y lo tomó del cuello desesperado. -Tuvieron que sacarmeló entre varios porque lo mataba-, contó el bajista en una nota. No todos le perdonan al muchacho sus "genialidades". De todos modos, para la gente de esta redacción, sigue siendo un músico fuera de serie.
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