El PJ sigue su lógica natural, primero menemista, después duhaldista, luego kirchnerista y ahora de a poquito, sciolista

Scioli, por ahora la única alternativa para seguir en el poder

A pesar de las resistencias de los ultracristinistas como Diana Conti, que ya no sabe como pegarle, el  Camaleón Scioli parece avanzar inexorable hacia las presidenciales del 2015. Algo que seguimos rogando que por favor no suceda. ¿Pero saben qué?, lamentablemente parece que los tiempos apremian y queda claro que alguien desde las usinas kirchneristas está dejando que el hombre haga, porque la verdad, conociendo al ex montonauta, si no tuviera el visto bueno de la Rosada, ni loco se sentaría a departir con De Narváez, Facundo Moyano y Yoma, como hizo ayer, este último personaje, actual diputado, es uno de los iconos del camaleonismo peronista. Un tipo que como "Daniel" supo ser todo lo que había que ser y estar con todos los que había que estar en las filas del justicialismo. Ocurre que el Gobernador será de todo: demagogo, cínico, inoperante, un fraude, pero si hay algo que no es, es boludo. No va a suicidarse con estos encuentros a tres años de terminar su mandato, ustedes saben muy bien que un corte de partidas funde a la Provincia en cinco minutos. Noten que La Cámpora ya no lo critica, los canales oficialistas tampoco, inclusive como decíamos en este posteo anterior ahora le cubren sus apariciones, Cristina lo tiene invitado en casi todos sus actos... ¿qué pasa?... algo cambió, y no sería raro que la estrategia de la "mesa chica" del cristinato sea que el invento político impulsado por Menem allá en los '90 pase ahora a ser el reemplazante del cuatro por cuatro. Nos referimos a los mandatos presidenciales. Caído Boudou, operado siniestramente desde el propio Gobierno por enemigos internos, parece no quedar otra opción. En los últimos meses los kirchneristas midieron a todos sus potenciales candidatos: Alicia, Abal y Julián Domínguez... todos van para atrás mal. El único que asegura una certera continuidad en las estructuras de poder del Estado hasta la vuelta de CFK es el inefable Roberto Carlos, como le decía Néstor. Obturada la fábula de la re-re, que ni Patillas pudo conquistar en su máximo esplendor, el kirchnerismo baja a tierra y empieza a ser "racional". El poder de mando está en el aparato del PJ, sin eso, sin los intendentes, sin los gobernadores, sin los rehenes de los planes trabajar que llenan los micros y los estadios no se va a ningún lado. La conclusión de los cerebros K es que Scioli con la mayoría de su estructura política copada por cuadros camporistas y cristinistas no se va a arriesgar a la traición, para ellos no va  animarse a hacer lo que no hizo en los últimos diez años. Quizás algún otro advenedizo sí se animaría, como ocurrió en su momento cuando Duhalde colgó al Carlo, o el propio Kirchner al Cabezón. A pesar de su impronta progresista en el discurso cultural, el kirchnerismo es PJ en estado de pureza extrema, maneja los hilos del poder acorde a la coyuntura y pega volantazos cuando es imprescindible hacerlo. Muchos dicen que Cristina es un ejemplo claro de eso, que gobierna como si estuviera en un estado de excepcionalidad permanente, por eso decimos, no sería nada raro que las circunstancias excepcionales ameriten otro golpe de timón, quizás el más avezado de todos, pero el único que permitiría la supervivencia del "modelo", al menos por ahora.