sábado, 15 de diciembre de 2012

En el relato mediático Clarín y el Gobierno se reparten los triunfos y las derrotas ¿que hay detrás de escena?

Como adelantamos en este humilde blog, desde el año pasado que los jerarcas del Grupo Clarín vienen diciendo a sus principales líneas internas que estaban en condiciones de estirar durante varios años la aplicación del artículo 161 de desinversión de la Ley de Medios. Los muchachos vienen cumpliendo y eso era algo que también sabía muy bien el Gobierno. Ahora resulta que el Juez Alfonso nos hace creer por un fin de semana que la batalla está siendo ganada por el kirchnerismo, sin embargo el lunes otra vez la cosa se dará vuelta cuando Magnetto apele y así seguirá indefinidamente hasta el hartazgo. ¿Saben por qué?... porque en realidad la norma que quiere aplicar "Sanatella" es simple cosmética para la tribuna, que problema puede tener Clarín en presentar un "plan de adecuación" que reorganice su club de testaferros... ninguno!. Lo que ocurre aquí, como venimos diciendo, es que dilatar este conflicto en el tiempo fortalece a los bandos y mantiene cada vez más "fiel" y unida a la tropa que permite manejar los hilos del poder. La verdadera pelea son las legislativas del 2013 y las presidenciales del 2015. Sino como se entiende que en este entuerto nos levantemos una mañana sintiendo que la administración de CFK se va a la mierda y al otro día se invierten los papeles y el que está por desaparecer es "el gran diario argentino"... Esta novela tiene un trasfondo mucho más importante que el que se arma mediáticamente para la militancia, para los empleados propios, para los burgueses que consumen la pelea a través del cable, la radio, los diarios, las revistas y hasta el cine. Clarín y el Gobierno no se van a herir de muerte jamás pero si tienen que dirimir quien va a estar sentado en el sillón de Rivadavia en la próxima elección nacional. No por cuestiones ideológicas ni épicas sino porque allí se sabrá quien va a tener el mayor control sobre los curros y los negocios que hicieron millonarios a los muchachos de la "Corporación PJ" (junto al resto de los partidos liberales que muerden de la "transversalidad"), y su análoga Clarín. Facciones que están compuestas, "casualmente" por la mismas mierdas: empresarios ambiciosos, banqueros insaciables, políticos mezquinos, y operadores y mercenarios mediáticos de toda índole. La supuesta madre de todas las batallas, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, es el Caballo de Troya de una contienda que va a resolver cual de los altos sectores burgueses de la Argentina se queda con la mejor parte en la década que viene. Esto es cíclico y quienes siempre terminan por mirarla desde afuera son los eternamente postergados de un país que se repite cada 10 o 15 años sin cambiar nunca su injusta estructura de clases sociales bien diferenciadas. Que nos resulte normal y hasta razonable que haya una minoría multimillonaria que vive en Countries o en Puerto Madero, otra en esos colmenares de cemento urbano con Internet, y la mayoría en los bordes mismos del abismo esperando "el derrame", es una excelente legitimación cultural que marca a las claras que esta pelea a la que asistimos sólo como espectadores es una gran mentira.

1 comentario:

Carlos de Carapachay dijo...

Excelente radiografía de este sainete interburgués que adquiere tonos grotescos cuando se le quiere dar un relato épico.

Saludos.