domingo, 11 de marzo de 2012

Cada vez son más los políticos y periodistas opositores que le hacen el juego al nefasto Grupo Clarín

Es muy cierto que el kirchnerato ha montado una red de medios tan inmensa que es difícil encontrar un hueco donde se pueda salir a hacer la más mínima crítica a esta administración. También es cierto que las circunstancias han impulsado al Ejecutivo a volverse cada día más facho e hipócrita. Esto no lo niegan ni los propios militantes del "modelo" que hablan estas cosas sólo cuando están ocultos en bares perdidos de la Ciudad y se animan a tomar alguna copita de más para descargar tensiones contradictorias, como le pasó a Lucas Carrasco ¿se acuerdan?. El primer "groso" que dejó salir su inconsciente nacional y popular para criticar algunas de las aberraciones y falacias del "Gobierno popular" de CFK. Lo que no se entiende y tampoco se justifica, es que tantos colegas y políticos respetados (al menos hasta ahora) caigan en la promiscuidad de ser tan antikirchneristas que eligen sentarse a predicar sus diatribas contra "el modelo" en las fauces del peor enemigo que tiene y ha tenido la Argentina. Nos referimos a lo que nosotros hemos bautizado, el "macrimagnetismo", una suerte de Grupo Cabildo que lidera Clarín y que tiene entre sus filas a los perversos Saguier, a Fontevecchia, a los gallegos franquistas del Grupo Prisa, a De Narvaéz, y a una caterva de soldados que trabajan para ellos y que están dispuestos a todo por una limosna de "prestigio", fama, y por supuesto, guita. Y ojo que no estamos repitiendo como loros el cliché gastado de la logia Kash que dice que pegarles es "hacerle el juego a la derecha", sino que estamos diciendo que muchos opositores empedernidos (opositores a todo lo que huela a K, cosa errada para nosotros) creen estar usando a los medios del Grupo Cabildo para transmitir sus mensajes y hacer sus campañas de cara a las próximas legislativas o el 2015. Pero en realidad es el oligopolio corporativo el que los está usando a ellos. recuerden la consigna que nos a todos los comunicadores en la facultad "El medio es el mensaje". Para el público los que critican no son ustedes sino Clarín y su "trayectoria" de defensor de la "libre expresión" y el "periodismo independiente"¿acaso no la ven?. ¿Que hace Gabriel Levinas siendo columnista del mercenario Lanata en su programa berreta que sale por la reaccionaria Radio Mitre?... ¿se olvidó de El Porteño, de la genial revista Cerdos & Peces?, ¿Qué hace Victoria Donda dejándose llamar "simpáticamente" Vicki por el engendro castrense de Joaquín Moráles Solá y sus acólitos... cómplice indiscutido de las políticas que hicieron que ella naciera en la ESMA y de que sus padres hayan sido asesinados por el Estado represor de Videla, Massera y Agosti... ¿Qué hace Víctor de Gennaro sentado a la mesa de los ex progres, hoy bochornosos operadores del conciliábulo de la Noble, TNbaum y Sloto?, ¿Qué hacen Margarita Stolbizer y su diputado del GEN, Gerardo Millman charlando como si nada con el onganista y golpista Mariano Grondona?... ¿es que ya estamos todos locos o esto se ha transformado en un cambalache irreversible?. Más que críticos y opositores con propuestas superadoras, el pérfido Grupo Clarín los está conviertiendo en los nuevos Patricia Bullrich, Carrió, Giudici, Pinedo, Gil Lavedra, Fernándo Iglesias, Gustavo Ferrari y toda esa inútil cofradía de sanateros que juntaron tres votos en las últimas elecciones. En el fragor de sacarle la careta al kirchnerismo no tenemos que olvidar quien es, o quienes son, nuestros principales enemigos, obvio que muchos están alineados con este gobierno, pero estamos seguros que no son tan peligrosos como estos multimedios que de un día para el otro se han vuelto misteriosamente grandes ambientalistas y anticapitalistas de la primera hora. Paremos el desaguisado acá y demos de nuevo, sino acabaremos en batón y en ojotas como la Carrió y allanándole el camino a otro menemista kirchnerizado que pueda arrasar hasta con el consevador "nunca menos"...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pierri está tranquilo con La Cámpora en el 26 no tiene nada que temer.
Ahora todos los que no lo votaron se tienen que comer los arreglos del delegado.