Hay ruido por los cambios de Macri en los medios de la Ciudad

De Godoy y Mauricio, la dupla del cambio mediático...

De la mano del asesor político ecuatoriano, Jaime Durán Barba, el inefable Mauricio entendió que su estrategia de vaciar el sistema de medios que tenía la Ciudad fue un grave error. Ahora en reversa y con la sustentación técnica del nuevo Secretario de Medios porteño, Miguel de Godoy, Macri acelera la velocidad para armar de una vez por todas su propio multimedios. Se trata, como adelantamos aquí, de las radios AM 1110, la FM 2x4, la web gubernamental y el canal Ciudad Abierta, que fue desaparecido por su propia administración. Dentro de las buenas noticias que llegaron al noveno piso del Centro Cultural San Martín, donde funcionan las emisoras, resalta el desplazamiento de un conocido vendedor de humo y explotador de colegas llamado Daniel Vecchirelli, un tipo nefasto que estaba al frente de las frecuencias radiales. En su lugar entró un interventor que prepara el terreno para que Carlos Ares, uno de los fundadores de TEA y director de La Maga, se haga cargo del cuarteto de medios que hará las delicias de los porteños. Las señales están en un virtual estado de abandono, donde toda la infraestructura da lástima, allí no funcionan ni los ascensores. Las programaciones fueron convertidas por Vecchiarelli en un armado de chivos permanentes que hacen de los contenidos un verdadero asquete. La AM tiene tiene en el aire a unos fachos compulsivos que son inaudibles, tal es el caso de Alberto "foforito" Muney, o el dueto hitleriano compuesto por Gustavo Mura y Beto Valdéz, dos tipos que parecen transmitir desde un búnker en Berlín y en plena avanzada nazi sobre Polonia. Lo que más se discute en estos momentos es la idea de que La 2x4 deje de ser una emisora de Tango para pasar a ser una frecuencia de música comercial. Cosa que de cumplirse sería un grave error que va a tener su costo político, Mauricio ya lo planteó y lo sacaron cagando. Esa frecuencia es la única que transmite la música ciudadana las 24 horas. Creemos que eso no se va a materializar, al menos por ahora, suponemos que Ares no va a poner la cara para semejante estupidez. De todos modos, esperamos que más allá de la avanzada del PRO para generar un canal de contrarelato kirchnerista, cosa que hasta ahora al menos simbólicamente y sacando los temas coyunturales, ha sido de un reconocible beneficio cultural, se genere una fuente trabajo que respete los derechos de los trabajadores y por supuesto, de los oyentes y espectadores.