jueves, 7 de abril de 2011

Sigue el conflicto en CN23, Szpolski insiste en joder a los trabajadores

Sin entrar en razones el negrero Sergio Bartolomé persiste en su postura antilaburantes, claro, el hombre se siente con la impunidad suficiente para hacer lo que se le canta las pelotas, pero, tarde o temprano va a tener que aflojar porque la cosa se le va a poner cada vez más turbia. Ante los empleados el hombre se sigue mostrando irritado, inflexible y muy enojado, quiere sembrarles el miedo. El, que es un "empresario" aliado al gobierno "nacional y popular" más extraño de la historia universal (paga cifras millonarias en deuda externa mientras sigue habiendo hambre y muertes por desnutrición) cree que los trabajadores son sus enemigos. Desde que empezó con su chiche televisivo bancado clandestinamente con fondos que nos pertenecen a todos, Szpolski imitó los métodos más perversos del nefasto Grupo Clarín, de su amigo y ex socio Hadad, de Fontevecchia, de Vila-Manzano-De Narváez, de los Saguier, todos muchachos con una gran vocación de abuso permanente a los derechos laborales. La contradicción es que él teóricamente juega a favor de una causa popular ¿y entonces?... bueh!. La cuestión es que después de haber echado y reincorporado por presiones sindicales y de las altas esferas a un compañero camarógrafo, el ex rabino sigue teniendo sed de venganza. Insiste en bajar los sueldos de los cámaras quitándoles derechos adquiridos y que tienen que ver con los gastos de los vehículos que utilizan. Ya había intentado que los cronistas se pagaran los viáticos para cubrir las notas, una locura que no habría salido siquiera de la mente cínica de un impostor consumado como es Don Héctor Magnetto. A fuerza de amenazas los colegas empezaron a salir a las calles con los periodistas pero sin mochilas equipadas porque no se les dan las garantías ni la cobertura técnica necesaria. Ergo: los movileros salen al aire todavía y después de una semana por teléfono, como en una radio ¿que tul?. El "dueño" del Grupo 23 les puso "choferes", que más que conductores son espías de la Gestapo que controlan toda la labor que desarrollan nuestros compañeros, en particular que no se hable mal del jefe ni de la situación deplorable por la que atraviesan. ¿Hasta cuando Juan Manuel Abal Medina va a seguir dándole plata a este delincuente?... piensenlo amigos, nadie les dice que no banquen un medio oficialista, pero al menos haganlo con gente honesta que respete a los laburantes, con chantas como estos llevan todas las de perder, miren que el Grupo toma nota...

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