La AM 1190, una de las tantas empresas de comunicación que utilizó el poder para llenar sus bolsillos mediante testaferros y después borrarse por un tiempo (como siempre) del mapa, es emblemático y está marcando, junto al resto de los compañeros del ya desaparecido Grupo 23, un antes y un después en materia de solidaridad de la clase trabajadora a la que le toca dedicarse a la prensa. Con esta muestra clara de que los que tienen la sartén por el mango en un momento u otro (y llamen como se llamen) siempre se cagan en los trabajadores, la era de los gacetilleros de un gobierno u otro se termina. Esta desgracia que atraviesan casi mil empleados, más de 400 familias, lo inició la administración anterior y ahora lo termina ésta... nos quieren decir entonces cual es la diferencia... ¿no era que Szpolski, Garfunkel, Gvirtz, Cristóbal López y otros ladris, eran los enemigos públicos número uno de la ex oposición hoy en la Rosada?. Vamos muchachos!... todos tiene un límite, un costo y un abrupto final cuando se va contra las mayorías. En este excelente material que subió a la web Sonido Gremial se puede ver como la división que nos quisieron imponer desde la corporación político-empresarial y burócrata se terminó. Escuchen atentamente como las ratas de puerto de Szpolski, Garfunkel & Company no pudieron extorsionar, doblegar ni separar a los colegas de Radio América.
miércoles, 17 de febrero de 2016
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