viernes, 11 de abril de 2014

La "Revolución kirchnerista" terminó, volvemos al FMI y al Banco Mundial

Todos recuerdan cuando el General Perón arrinconado por el gorilaje militar, empresarial, terrateniente, financiero, aristocrático y burgués, quien le había bombardeado la Plaza de Mayo y matado a casi 400 inocentes menos a él, primero salió con el "Cinco por Uno" y después, en un recule histórico, dijo "La Revolución Peronista a llegado a su fin, ahora convocamos a todos los actores políticos del país, bla, bla, bla". Meses después estaba escapando como una rata en una cañonera del dictador paraguayo Alfredo Stroessner. Porque a pesar de que este militar hábil para llegar al poder y mantenerlo durante diez años y después en un último período en el que realmente se logró que el "Fifty fifty" (equidad en ganancias entre empresarios y trabajadores, fuera una realidad, fue lo más a la izquierda que permitió este país de derecha, y quien paradójicamente tenía mucha afinidad con dictadores de todo el mundo. Stroessner, Trujillo, Franco, etc.  Como la historia suele repetirse pero la segunda vez en tono de comedia, el kirchnerato, al lado del pejota clarinista y gorila, pudo venderse como una revolución socialista. Algo que sólo quedó y algunas leyes y en materia de Derechos Humanos que nadie discute, pero que fueron la cosmética de un conservadurismo económico liberal que se fue intensificndo con la desaparición física de Kirchner. Hoy ni los datos truchos del propio INDEC pueden ocular que las temibles brechas entre ricos y pobres que siguen siendo igual que en las épocas del que para Néstor fuera en su momento el mejor presidente de todos los tiempos, Carlos Saúl Menem, el riojano maldito.  Es por eso que este menemismo con Canal Encuentro y Peter Capusotto y sus Vídeos, termina reculando de la manera más impúdica que se pueda imaginar. Encima, en realidad nunca logró al menos verdaderas mejoras sociales como si logró Perón, que permitía un verdadero ascenso social y no una política de asistencialismo permanente. Este Ministerio de Trabajo mucho dista de aquella cartera que alguna vez dirigió el militar de Lobos. Fija desde hace 10 años paritarias con techos cada vez más bajos, promovió, promueve el trabajo informal, o esclavo para no andar usando eufemismo. Con la excusa de planes y convenios con sus amados aliados del choreo, los empresarios de la UIA, Tomada firmó cientos de acuerdos en materia de contratos basura, inclusive tiene tercerizados en su propia cartera, algo delirante!!, como dijo ayer el propio Moyano, que a pesar de toda su riqueza mal habida, al menos consiguió siempre excelentes salarios para sus representados. Igual nada ni nadie lo baja de la categoría de burócrata consuetudinario. Su única virtud fue no haber estado nunca con Patillas, el resto es similar a la tenebrosa historia de los Gordos videlomenemistas, si hasta participó en la entrega de compañeros de su gremio en épocas de la Triple A. Una analogía deplorable con el agente del Batallón 601, Gerardo Martínez, ex videlomilanista, menemista y ahora "ultrakash". Por estas horas, CFK, participa de la inhumación de los restos de la vieja consigna "vivamos con los nuestro" y manda al ex rebelde Axel "Domingo Felipe" Kicillof a negociar nuevas deudas con el FMI, el Banco Mundial y otros garcas a nivel global. Ocurre que "lo nuestro" en esos ocho años de crecimiento a tasas chinas fue a parar a los bolsillos de los poderosos de siempre: empresarios, bancos, financistas, multinacionales, y por supuesto sus empleados de la multimillonaria corporación política, que se autoaumenta salarios que son 22,2 veces más altos que los de un jubilado y 16, 6 veces más altos que los de la mayoría de los básicos de los trabajadores. Un claro sistema de desigualdad social camuflado de gobierno "nacional y popular". Esta mentira se termina de la peor manera, porque vuelve a abrirle la puerta al duhaldemenemismo y "motonáutico" de Daniel Scioli o el otro menemismo narcolúdico de Sergio Massa, un peligroso y delincuencial ambicioso que no tiene escrúpulos de ninguna índole para llegar adonde quiere, la Rosada. Esto sumado a los gorilas del clarinismo opositor de Carrió, Sanz, Cobos, Macri, Binner, Morales, etc, etc, y una izquierda encabezada por un boludo que brinda con un ex colaboracionista de la dictadura, conocido como Samuel "Seguimos Ganado" Gelblung da un poco de miedo y asco, pero hay que estar tranquilos, a pesar de los linchadores de pibes chorros y los rehenes de los partidos liberales en las mayoritarias barriadas pobres que usan los partidos burgueses para eternizarse en el poder, se está generando una consciencia sobre quienes son los verdaderos enemigos del pueblo, aunque estén con caretas "populares" o "gorilas". En el mundo del periodismo ocurre lo mismo, a pesar de que falta mucho, ya muchos tomaron cuenta de quienes son los que quieren un verdadero cambio y quienes predican la solidaridad entre los trabajadores de prensa mientras juzgan estúpidos partidas de truco para defender vaya a saber que estúpidos intereses personales, chiquitajes que no les sirven ni siquiera a ellos. Vamos por el cambio de paradigma. Basta de políticos y periodistas empleados del poder y basta de "dicotomías" que no son tal, sino que forman parte del clásico doblepensar hipócrita del argentino. Ese que toma café en La Paz mientras lee a Trotsky, Abelardo Ramos o la Comunidad Organizada del General, pero le gusta ser burgués, ir de vacaciones a lugares caros y exóticos, y hasta cuenta con orgullo que uno de sus hijos o sobrino tiene un master en Columbia. Basta del revolucionarismo berreta argento. Pasemos a la acción y terminemos con la sanata, porque mientras nosotros como bomberos imbéciles nos pisamos la manguera, allá afuera los poderosos se hacen un festín que ustedes no tienen idea. Ampliaremos!    

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