Cada vez más ex K piensan así, como Lucas Carrasco

Antes, al kirchnerismo le interesaba bajar la pobreza. Esto es, que los pobres sean el sujeto social de su política. Después murió Néstor Kirchner y CFK estuvo muy ocupada juntando la guita y bue, se olvidó de ir a trabajar. Todos votamos a una viuda de luto que al sacar el 54% salió de parranda a construir esta meca norcoreana de neoliberalismo grasa. Porque la Licenciada eterna podrá trabajar de emplead pública de izquierda o de derecha pero grasa siempre es es. Y como a cualquier grasa con poca cultura y calle, lo que le interesa es básicamente que los lectores de diarios lo elogien. Hay que imaginarse, para entender la mentalidad política de la presidente, a un narco que llega a vivir a un country de Tigre. El narco siente que tiene lo mismo o más que los otros. Que tuvo que esforzarse más, incluso, que los otros. Que puso más cosas en juego. Y no entiende cómo esa manga de pelotudos se atreve a mirarlo feo. Entonces pone plata en la revista del consorcio para salir en un aviso destacado. Pero sin dejar de putear a sus vecinos. Al kirchnerismo le interesa más convencer a los lectores de diarios de que la pobreza bajó, que bajar efectivamente la pobreza. Claro que la Licenciada Eterna y el Festilindo que la rodea viven en Puerto Madero, entre aviones y hoteles de lujo, total paga Juan Pueblo, entonces no saben que los lectores de diarios, compuestos de clases medias altas,tienen que inevitablemente cruzarse con la realidad del brutal aumento de la pobreza, en especiald esde la gestión del ultranabo de Kicillof. No tienen la posibilidad de evitar la realidad, como los ricos grasas. Mientras tanto, los ricos más grasa del país están ahí, en Puerto Madero, leyendo los diarios y autoelogiándose en esos torneos que hacen para aplaudirse. Incluso, bajo la mesa, suelen tener un viejo derrotado que alquilaron a un club de historiadores para que los compare con próceres. Es una moda que inauguró Menem y cobró vigencia con Cristina tras la muerte de su marido. Lo que la viuda de Sanb Martín desconoce es que ese lector que imagina no existe. Nadie en la Argentina es tan pelotudo. Por eso, sencillamente por eso, miden 1% los vicepresidenciables que hablan giladas simióticas cuando los medios se niegan a retratar al Pelotudo Feliz que, detrás del televisor, imagina el Centro de Estudiantes del Conurbano, La Cámpora. O sus papitos, los consorcistas de Puerto Madero. Buenas noches, y disculpe. Pero es así. El modelo africano con inclusión satelital tiene menos credibilidad que declaración jurada de Secretario de Transporte K