La desidia nacional se disfraza de kirchnerista o de magnettista para cagarse siempre en las víctimas del choreo sistémico

Para hablar de la crisis del transporte metropolitano no hace falta discursear desde banderías kirchneristas, macristas, magnettistas o trotkistas. Un Estado que en cien años, administrado por quien haya sido administrado, no pudo, o mejor dicho no quiso, mejorar el servicio de una línea de ferrocarril vital para los trabajadores del cordón urbano del oeste que necesitan llegar por ese medio a la macrista y centralizada Capital Federal, es el fracaso y la desidia de toda una sociedad amnésica. Este es el ramal que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires con catorce estaciones que por impericia, negligencia y negociados varios, siguen funcionando sobre nivel con centenares de cruces en calles y avenidas que son bombas de tiempo permanentes. No sólo retrasan y comprimen todo el tráfico de arterias importantísimas de la metrópolis sino que no tienen forma de ser controladas por más banderilleros, policías o gendarmes que se dispongan. Mientras el actual gobierno hizo por los menos cinco puestas en escena anunciando el fantasmagórico soterramiento del Sarmiento que nadie sabe donde se está realizando, ya ocurrieron tres tragedias terroríficas. En 2011 fue la estación de Flores donde un colectivo de la Línea 92 colisionó con una formación que dejó un saldo de once muertos y centenares de heridos. Luego vino la masacre de flores con 52 víctimas fatales y la consecuente destruccion de historias de vida. Ahora se repite la historia con este nuevo hecho macabro con tres decesos de personas muy jóvenes, varios mutilados, y otros tantos lastimados de por vida. Todos siempre laburantes que viajan  día tras día hacinados, maltratados, abusados y olvidados por un sistema que a los diputados, senadores y funcionarios que viajan en autos de alta gama oficiales, que cobran como mínimo 60 lucas mensuales, viven como dandys de la peor aristocracia burócrata de la argentina prebendaría y clientelista, les chupa bien los huevos. Obvio que en medio de este tipo de hechos lamentables salen a relucir los miserables de siempre que usufructan con nuestra profesión. Los que cobran de los medios estatales y paraestatales salen a defender lo indefendible mostrando sus lustradas chapas de hombres combativos del campo nac&pop full time. Del otro lado del mostrador,  lo mismo, los lameculos empleados del Partido Clarín y sus satélites naturales, aprovechan la volada también para demostrar en vivo y en directo quien se anima a ser más duro y poronga contra el Gobierno "dictatorial de CFK. "Se la juegan" para ver si Carlitos D'Elía, gerente de noticias del nefasto Canal 13/TN, los toma en cuenta para algún pequeño ascenso, un poquito más de cámara, un pisito a la madrugada al menos, alguna columnita, una recomendación a Porta para la Mitre, viajecitos, canjes de pilcha medio pelo, tickets con descuentos en el shopping para sus amantes... una tragicomedia cínica que aflora en medio de la sangre, la corrupción, la muerte y la antipolítica en su máxima expresión. La verdad "compañeros", "colegas", leanse, escuchense, veanse un rato... van a sentir asco y vergüenza propia y ajena!