Ven porque La Nación, a pesar de todo, es el mejor diario gorila del país

A pesar de tener entre sus filas a un deprimente lastre de viejas gorilas indignadas de Barrio Norte y la Recoleta que aburren y mucho, como son: Moráles Solá, Fernández Díaz, Pablo Sirvén, Pagni, Mariano Grondona, Ventura, Escribano, Eliaschev, Obarrio, Sarlo, Kovadloff, Fraga, entre otros, el matutino mitrista por excelencia sigue manteniendo su cordura reaccionaria de siempre dentro de una lógica de derecha recalcitrante pero con tacto, con "elegancia", nos guste o no nos guste su elitista línea editorial. Lo que ocurrió estos últimos años con Clarín lo ha hecho caer en su propia trampa, acostumbrado a moldear la cabeza de todos los argentinos con su impronta pequeño burguesa con minúsculos tintes populares, Magnetto y sus cerebros creyeron, y creen, que en épocas de batalla político-cultural con un gobierno que sabe administrar con gran practicidad la simbología progresista,  la línea a seguir es más o menos la misma; potenciar lo que piensan los pequeño burgueses y darle para adelante. Grave error, administrar información de esa manera frente a un poder netamente mediático como es el kirchnerismo es estar MFDT (Meando Fuera del Tarro). La Nación sigue escribiendo para una minoría antipopular, racista, discriminadora y fervientemente conservadora de sus privilegios. Los muchachos de la Noble Ernestina confundieron el camino y se olvidaron que ellos escribían para algunos lectores de ese sector retrogrado pero también para una amplia mayoría burguesa que añora en el inconsciente colectivo algún tipo de reforma socio- política de centro-izquierda, aunque más no sea imaginaria, eso que hoy por hoy representa el kirchnerismo. Una fuerza política que se ha sabido adaptar al doble discurso argentino, en el bar y en las reuniones familiares, la mayoría somos revolucionarios y contestatarios, usamos remeras del "Che", puteamos a EE.UU., le tiramos flores a Fidel, alabamos el modelo de Cuba, pero después en realidad somos unos pijoteros individualistas, envidiamos al compañero de trabajo que le va bien, destacamos al sobrino o amigo que estudia o estudió en Harvard, queremos conocer Miami y Nueva York y nada más pasar un ratito por la Isla caribeña como turistas. Esa es la síntesis que han logrado Néstor y Cristina y que "El Gran Diario Argentino" perdió en el camino. Hoy ante la batalla de símbolos que le propone el Cristinismo, el Oligopolio demuestra no tener reacción, la Jefa de Estado sale abrazada a Castro y su hermano en la Habana o discurseando frente a una estatua de Ho Chi Minh y Clarín te pone en tapa lo que opinan liliputienses de la oposición como Macri, Binner, Sanz, Carrió, De Narváez o Sztolbizer. Como verán en la tapa de hoy que subimos ya hasta les da vergüenza incluir a la volátil Patricia Bullrich entre los opinadores antiK. Los títulos de ambos diarios hablan por si solos: la estrategia del magnettismo es muy burda y se cae por la borda de la ineficacia absoluta.