En este blog no tenemos por costumbre, y tampoco por excepción, celebrar la muerte de nadie... de nadie!, está claro?. El dolor del que padeció una terrible enfermedad y el de sus familiares no puede regocijar a nadie, sólo a los desalmados y miserables. Lo que si vamos a hacer es referirnos a esta gran periodista, a quien nosotros admiramos durante muchos años, salvo en su etapa final donde vaya a saber porque extraña razón cayó en el antikirchnerismo enfermizo. Ese que lleva a sentarse a predicar el discurso de los enemigos de todos con tal de pegarle duro a esa otra cara visible del poder, en este caso el Cristinato. El periodista nunca puede dejar de cuestionar el poder en su totalidad, y siempre lo debe hacer sin perder de vista cual es el peor enemigo histórico del pueblo. Como Viau no es ni fue, la única que eligió ese camino en esta etapa contradictoria de la política argentina nos gustaría hacer un repaso de su vida profesional. Susana Viau no fue de los que se dedicaron a esta profesión, como ocurre ahora, por el vedettismo, la fama banal o para intentar resolver complejos de inferioridad. Lo hizo porque detrás de su laburo había una militancia de izquierda, en su caso cercana al PRT-ERP, Partido Revolucionario de los Trabajadores y su brazo armado, el Ejercito Revolucionario del Pueblo. Así fue como conformó la histórica redacción del cronista comercial, que tuvo entre sus filas a lo mejores cuadros de la izquierda nacional al servicio de una labor que tenía fundamentalmente una finalidad política común, solidaria, no proyectos individuales. Allí conoció al propietario heredero de ese diario que por esas circunstancias de la vida y a pesar de pertenecer a una clase social netamente gorila, también abrazó la causa nacional y fue asesinado por la dictadura genocida. De esa parte de su vida dejó testimonio en un libro de María Seoane, que ningún periodista puede dejar de leer: "El Enigma Perrota". Susana también participó del matutino La Opinión que ideó y condujo Jacobo Timerman, quien tenía allí a Horacio Verbitsky, Miguel Bonasso, Paco Urondo, entre otros. Es que el viejo lobo tuvo siempre como premisa que los mejores diarios de derecha se escriben con periodistas de izquierda. Quizás por eso en los últimos años Magnetto haya tratado de emularlo y entre otros como Lanata, también la Viau pasó a integrar sus filas. Hablando de Lanata no podemos olvidar su paso por el mejor Página 12 en aquellos años en los que ser antimenemista era cool y Página, por supuesto, era nuestro evangelio, hagámonos cargo muchachos!!. Como no podía ser de otra manera debido a sus compromiso político la Viau tuvo, como tantos otros colegas, que marchar al exilio. Hubiese sido genial que Susana hubiera terminado sus días siendo una razonable y objetiva crítica del kirchnerismo, quizás la situación laboral era otra, o como dijo Lanata hace horas, Clarín fue el único medio que le dio el lugar que se merecía, como a él ¿no?... bue!... lo cierto es que como nos quedará el recuerdo de su impresionante tarea gráfica también guardaremos momentos como el que se ve en el vídeo que subimos, donde apadrinada por dos tipos sin escrúpulos, como son Bonelli y Alfano, saca a relucir, con una bajeza inaudita y como si se trata de algo con valor periodístico, una supuesta anécdota de la Presidenta que no hace a las diferencias que se puedan tener con ella y su séquito gobernante. Esa fue Susana Viau, como todos nosotros, una de cal y una de arena.
1 comentario:
Amigo notero, quizás tenga Ud. un grado de exigencia infrecuente y algo impiadoso. De ser cierto lo que denomina "bajeza" -aún me cuesta encontrar el punto- no sería más que una información histórica que adorna -para bien- una personalidad pública de la cual la soberbia, entre otras calamidades, es la cara más visible y menos festejada. ¿Serían erróneos tales raptos de humanidad ante situaciones desbordantes?
Quizás la finada Viau se excedió con el desfortunado juicio "...le tiene más temor a Griesa que a..."
Finalmente, como a muchos, y por haber vivido las épocas duras desde adentro, quizás a la finada le molestaran las imposturas de tantos falsarios y advenedizos que actualmente detentan el poder. Eso, por lo menos y por una cuestión de sanidad, a veces obliga a escribir en contra.
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