Para la oposición vernácula, Bergoglio, o "Francisco", será su nuevo líder

Ayer dio mucha impresión en el Congreso Nacional, y en medio de unas sesiones muy aburridas por cierto, ver por un lado a diputados y senadores de la oposición recibiendo con algarabía futbolera la designación del Cardenal Primado de la Argentina como nuevo Papa de la Iglesia Católica. Por el otro también generó cierto escozor, notar como los kirchneristas, con caras de desconcierto total, se hacían bien los boludos. Algunos como Patricia Bullrich, Eduardo Amadeo, Laura Alonso, Elisa Carrió, Federico Pinedo o Graciela Camaño se abrazaban y dejaban ver en sus miradas vidriosas algo extraño que podríamos denominar tal vez... "revanchismo" mezclado con mucha adrenalina contenida... Daba la sensación de que este nombramiento llegaba para redimirlos de tantas batallas perdidas y a darles por fin "ese" triunfo anhelado, esperado, y que para sus incomprensibles entendimientos, es bien merecido desde hace tiempo. Por su parte, cuando se supo la novedad, los oficialistas empezaron a hablar por lo bajo, se levantaban de sus bancas y se interrogaban en el oído con caras de desconcierto. Mientras hacían maniobras para evitar las preguntas de los periodistas, los muchachos intentaban saber cual era la línea que debían seguir y que tendría que llegar rápidamente desde la Rosada. Claro!, el tema es que Bergoglio no es un tipo de buenas relaciones con el kirchnerato, que dicho sea de paso, lo ninguneó siempre. Es que el Arzobispo de la Ciudad fue y es, como todos los integrantes de la curia, un conservador doctrinario que se opuso a leyes fundamentales como el Matrimonio Igualitario, al que los reaccionarios de la prensa denominan "Matrimonio Gay", y también a la legalización del aborto. Cuestiones que igual fueron resultantes de la ya mala leche que existía entre el Ejecutivo y los Cuervos autóctonos. No olvidemos que si hay algo que los kirchneristas no soportan es la crítica y menos de la Iglesia que está más manchada que nadie en el tema de la represión ilegal. Esa complicidad entre curia y genocidas también llegó en forma de denuncias al propio Cardenal en la pluma del inefable "Perro" Verbitsky. Nunca se sabrá a ciencia cierta si el nuevo "Sumo Pontífice" entregó a dos curitas jesuitas que estaban a su cargo y que hacían trabajo en las Villas del Bajo Flores, o cómo él quiso aclarar con el tiempo, en realidad su intención fue salvarlos. Lo cierto es que el nuevo líder del oscuro Estado Vaticano perteneció en su juventud a Guardia de Hierro, un ala fachista del peronismo que el libro "El Candidato", una biografía no autorizada de Jorge Bergolgio de Hernán Brienza (ojo!! un tipo que no es santo de nuestra devoción) describe así: "Guardia de Hierro era por aquellos años, la mejor escuela de cuadros que tenía el movimiento Peronista. “El Gallego” Alvarez comandaba a 15 mil seguidores formados bajo una disciplina casi militar y adoctrinados por la ortodoxia justicialista. Considerado derechista por la izquierda e izquierdista por la derecha, se propuso disputar el campo de la militancia a los montoneros, si bien se autodisolvió oficialmente en 1974. Siguió actuando y llegó a tener excelente relación con el siniestro jefe de la Armada, Emilio Eduardo Massera, quien a su vez mantenía de interlocutor al guardián que fuera el crédito Argentino para encabezar la Iglesia Cristiana: Jorge Bergoglio, ligado a Guardia de Hierro desde principios de la década del ‘70. Su espectacular irrupción en la década pasada como sucesor del cardenal Antonio Quarracino colocó en la escena pública un debate sobre su personalidad y su conducta que se expresa en una paradoja: fue el primer jesuita en alcanzar el cardenalato y el arzobispado de Buenos Aires y sin embargo carece de toda relación con la Compañía de Jesús, donde su nombre es denostado.".

No sería raro que un integrante de la nefasta iglesia argentina de aquellos años tuviera ese tipo de actitudes, igual destacamos que no todos fueron así de mierdas, Angelelli y Hesayne, entre otros, son un ejemplo claro. Erróneamente la actual y fragmentada oposición nacional tomó esta llegada del primer pontífice latinoamericano como un triunfo propio ¿creerán que Pancho Primero, o como se llame, saldrá a hacerles campaña de aquí en adelante?... la verdad no sabemos. Lo que queda clarísimo es que tanto el oficialismo como los AntiKas caen en el clásico boludeo argento... esa mezcla de frivolidad, triunfalismo chauvinista, individualismo, egocentrismo, mezquindad, envidia, miedo y pelotudez. Quienes nos representan lamentablemente "piensan" bajo la misma lógica de quienes los votamos. Todos creemos que ahora la vamos a tener más grande que nunca porque a Maradona, Monzón, Máxima y Messi se agrega otro tipo que sólo tiene la "M" en su segundo nombre, "Mario", pero que igual suma ¿o no?. Unos creen que llevará agua para sus molinos, otros que les va a querer cagar la fiesta. Nosotros entendemos que si Jorge Mario Bergoglio logró que más de 77 garcas disfrazados de santulones lo votaran es precisamente porque de boludo no debe tener mucho... ojo! no queremos decir con esto que no ser boludo sea algo bueno... no confundan!. Algunos publicaron y otros reprodujeron por ahí que Bergoglio es “ortodoxo doctrinario y progresista en lo metodológico". En una analogía con lo que sería entonces la síntesis del papado de un argentino, se podría inferir que Francisco puede llegar a ser en su mandato "sciolista doctrinario y kirchnerista metodológico"... ¿qué significa eso?... un pejotista hecho y derecho infiltrado en las estructuras de la curia romana, algo que el General nunca hubiera imaginado.