Crece la interna en el kirchnerismo después del cacerolazo, encima Marcela Pacheco les dedicará una conferencia de prensa

Por primera vez después de varios años alguien le impuso la agenda al Gobierno kirchnerista, lo llamativo de todo esto es que no fue ni el nefasto oligopolio Clarín, ni la decadente y retrograda oposición cavernícola de Macri, Pinedo, Bullrich, Amadeo, Morales, Carrió, De Narváez, etc. Más allá de que estos sectores siniestros quieran capitalizar la movida del jueves pasado, queda claro que además del pequeño grupo de payasos devotos de la "Fusiladora" que salieron con esvásticas, insultos y frases necrófilas, en la movilización hubo un número importante de gente que es considerada de clase media trabajadora que hasta no hace mucho tiempo se sentía representada por la administración de CFK. ¿Qué pasó entonces?... es la pregunta que ayer se hizo en 6,7,8 la única periodista potable del ciclo de Gvirtz en el 7, Nora Veiras, quien además manifestó que comparar esa marcha con las del golpe a Perón en el '55 era una verdadera estúpidez. Hasta Mariana Moyano, una muchacha tan "objetiva" como María Laura Santillán, intentó acercar posiciones leyendo un texto de Beatriz Sarlo que llamaba a evitar el odio por parte de los que critican y reclaman al kirchnerismo. Obviamente no faltaron los fundamentalista del panel como Barragán y el invitado Jorge Dorio, quienes demuestran que el exceso de peñas "nacionales y populares" les hizo creer que este es un verdadero gobierno de los trabajadores y de la revolución. Hasta llamó la atención que otro participante de la emisión de ayer, Hernán Brienza, un rompe huelgas consuetudinario (ya les contaremos los hechos), se animara a contar que muchos amigos de su misma clase social desde hace unos 15 días empezaron a odiar al kirchnerismo. Ahí fue cuando de parte de él y de Veiras otra vez salió el tiro por elevación a Cristina y al ladero Juan Manuel Abal Media, entre otros, "hay algo en como se comunican y dicen las cosas", dijeron sin tapujos... En otros medios de la cadena paraestatal hubo personajes que no entendieron que ahora es momento de reflexión y no de crispación. El "versátil" Roberto Navarro, un tipo tan despreciable como TNbaum, Castro y Moráles Solá, lo decimos por su falta de objetividad claro, se mostró enardecido fustugando a todos los que salieron a cacerolear haciendo además una generalización absurda. El barbado soldado de CN23 dijo enojadísimo y entre otras cosas: "que la clase media es la que va a Tecnópolis, eso que ellos llaman "Negropolis", la que participó del Bicentenario, no los del otro día, esos que quieren que la Presidenta se muera, esos (para él) son clase media-media y clase media-alta" (¿¿??)... de fondo se veían imagenes con los carteles más duros contra la Jefa de Estado... la verdad Navarro!, una puesta en escena innecesaria y muy parecida a las que hace Nelson desde TN de Clarín. Para rematar estas malas semanas que sufre el gobierno "nacional y popular" con sede en Puerto Madero (una cosa delirante!), mañana la despedida periodista de la Televisión Pública, Marcela Pacheco, que hace 24 días está en huelga de hambre reclamando que le devuelvan su trabajo, brindará una conferencia de prensa donde contará como estos muchachos "rebeldes potentados", que critican hoy al perverso Grupo Clarín por sus políticas de miedo y apriete hacia los trabajadores de prensa, la dejaron en la calle sin miramientos y sólo por tratar de tener opinión propia en el canal que bancamos todos... La integridad ideológica es algo que muchos hemos olvidado y que nunca tendríamos que haber negociado con nadie. La Pacheco, aunque muchos la tilden de loca, tiene toda la razón del mundo al querer hacer algo para recuperar la identidad que debimos tener siempre como profesionales del periodismo. Hoy por hoy la mayoría de los laburantes del rubro no hablamos ni pensamos por nosotros, sino por y para el medio en el que trabajamos con sus intereses de por medio, ¿a cambio de qué?... de un salario de miseria o "aceptable", de indignidad, de promesas de fama y prestigio, de palmaditas en la espalda por parte de los "jefes", de prebendas berretas. Despertemos de la pesadilla colegas, acá somos todos iguales. Si mañana un colega de Clarín toma la misma decisión lo apoyaremos como a Marcela, eso no lo duden!!. Rifarnos a los negocios de una empresa o Estado que le importa tres carajos quienes somos y que pensamos es empezar a sepultar nuestra tarea y nuestros verdaderos sueños, esos que nunca tendríamos que haber abandonado. Hoy a las 12 hs. la cita es el Hotel Bauen, Avenida Callao 360. Los esperamos!!! (Acá un adelanto) y aclaración: nos importa poco que en este caso la nota sea del diario La Nación, sabemos que en general sus intereses son antidemocráticos, pero también tenemos que decir que en este caso dar a conocer esta realidad tiene valor periodístico, al menos para nosotros, por ahora los medios oficiales y paraoficiales han invisibilizado el asunto, esperemos que cambien de idea y en algún momento lo cubran, sería lo que corresponde ¿no?