Las dos caras de Israel

Hace unos cuantos años, cuando el Notero cursaba el secundario, tuvo lugar el fallecimiento del padre de uno de sus compañeros. El mismo era de la colectividad judía y un apasionado del periodismo. En la actualidad aquél joven se ha transformado en un colega reconocido del cual no pienso dar el nombre. La anécdota excede ese dato menor. Lo cierto es que en esa época yo no conocía mucho del conflicto entre palestinos e israelíes y ni siquiera tenía contacto con gente de esas religiones. Nunca había asistido a un velatorio de esas características. Lo primero que me llamó la atención fue que el cadáver se encontraba en un cuarto separado del lugar donde se recibía a todos los que se acercaban a dar su pésame. Sólo los parientes más cercanos tenían acceso a él. El desaparecido era al parecer un hombre influyente en la comunidad judía. El salón estaba atestado de hombres barbados con kipá, de esos que uno ve en el Once o Villa Crespo y que la mayoría llama "ortodoxos". Otros sólo llevaban el gorrito negro en la cabeza y estaban vestidos de traje o elegante sport. Como no conocía a nadie, luego de saludar a mi dolido compañero, me quedé parado en medio del gentío. Sin querer empecé a escuchar los diálogos que la mayoría deslizaba por lo bajo. El que más me llamó la atención fue el que hizo un hombre libido que tenía cara de pocos amigos y su kipá tapandole la calvicie; dijo textualmente: "estamos rodeados de sionistas". Un tipo mucho más viejo, en alusión al conflicto que se desarrollaba por esos días en Oriente Medio respondió: "Sí, parece que hoy hicieron un alto el fuego". Ese pequeño diálogo irónico quedó dando vueltas en mi cabeza por años y cada día fui comprendiendolo más. Como ocurre en todas partes del mundo, Israel tiene en su seno y diáspora fundamentalistas de derecha que quieren imponerse por la fuerza para dominarlo todo, y por otro lado, progresistas de centro izquierda con tendencias al diálogo y a las negociaciones. Desde mi poco conocimiento en el drama que se vive en la región, entiendo que desde el terrible asesinato del Primer Ministro Itzjak Rabin en el '95, se sobre entiende quienes son los que vienen tomando las decisiones en el Estado creado después de la segunda guerra mundial.