Estaba haciendo una recorrida por mi memoria 2008 y di cuentas que no les comenté algo que me llamó poderosamente la atención. Hecho que de todas formas tiene una explicación lógica. Resulta que de la última ola de anuncios presidenciales en Olivos me tocó estar allí en tres oportunidades. En cada acto hay una línea protocolar que se sigue desde hace añares. Consiste en que un locutor o locutora oficial nombra a cada uno de los ministros que acompañan, en este caso a Cristina. Esta mecánica manera de iniciar las actividades fue generando, en particular en estas épocas del kirchnerismo, un singular aplausómetro. En él a cada nombre y apellido de los funcionarios presentes le siguen desde tibias palmas diplomáticas hasta ovaciones al mejor estilo de la popular de Boca.
En las recientes verborrágicas anunciadas presidenciales el podio absoluto se lo llevó siempre y cada vez con mayor intensidad el Ministro de Planificación Julio De Vido. Uno se pregunta como puede ser que el funcionario más polémico del entorno kirchnerista se lleve hurras, aplausos descontrolados, gritos y chiflidos aprobatorios, bueno, es muy simple, el hombre maneja la billetera k desde las épocas de Santa Cruz. De irle a comprar los cigarrillos a Néstor pasó a controlar la cartera que tiene incidencia sobre todos los demás ministerios. Una figura que idearon los cerebros del milicaje argento allá por los '70 y que además tiene bajo su ala el tesoro de la obra pública; eje del curro de esta y todas las administraciones que han pasado por la rosada. Así es nomas amigos, a la corporación k le importa un bledo lo que dicen las encuestas sobre el tipo de los bigotes. A sí que sepan diculparnos pero este canto es un sentimiento y no se puede parar: "Julio, compadre, la caja está que arde!!!..."
2 comentarios:
De Vido es una especie de banquero con cartera, digno de la Argentina kirchnerista..
es cierto, tuve la oportunidad de participar en casa de gobierno de la firma de una serie de acuerdos por obras públicas con provincias y municipios y también noté ese fenómeno. Así ovacionaban a Dromi, te acordás?. Alejo.
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