viernes, 16 de enero de 2009

La salida de la 1030 del ambiguo Nelson Castro

Los que por inocencia o desconocimiento ven en la "ida" del doctor Castro de Radio Del Plata un acto de injusticia contra la objetividad, la integridad moral y la ética, les puedo decir a modo de consuelo, que tienen razón en una sola cosa: lo del kirchnerismo es bochornoso, le hace el mejor favor que le podían hacer a un periodista de doble moral. La decisión del kaoísmo ilustrado es absurda hasta para ellos mismos. Lo interesante de esta extraña relación que demuestra que nada es tan cismático como parece, es que Nelson continúa siendo empleado estatal a pesar de todo. Su ciclo en la FM Clásica de Radio Nacional sigue sin problemas. Hablo de Lo que el viento no se llevó, que va los lunes de 18 a 20 hs.
Extraoficialmente circula la versión de que la disputa no es por cuestiones "ideológicas" sino de contrato, sí, por la platita!. En medio de este puterio de pareja con el poder K (me quedo, me voy; la guita; soy más integro y bueno que vos, etc), el neurólogo dedicado al periodismo se despidió esta mañana de su programa en la 1030 sin haber emitido comentario alguno con respecto al dilema publicado en varios medios. Sólo se limito a decir que volvía de sus vacaciones el 2 de febrero y que dejaba a todo su equipo trabajando. Lo más jugado que pronunció fue: "nos reencontramos en quince días; Dios mediante". A eso le llamo hacerse bien el boludo!
Que raro que es este y otros tantos periodistas "independientes" de la República Argentina. Y que raro que es este gobierno hasta para censurar ¿no?.
Cuándo entenderemos que muchas de estas peleítas de verano son para la tribuna. En el trasfondo de estas historietas existen ocultos y mutuos beneficios. Castro de eso sabe un libro y varios tomos; trabaja para Clarín y para la radio oficial. La verdad es que hay que reconocer que detrás de esa carita de asceta, se oculta un mercenario muy audaz y peligroso...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, lo de la baja del sueldo en el 2001 fue terrible. Yo estaba en ese equipo de producción. No puedo dar mi nombre porque sigo trabajando en el medio y viste como es esto, pero la decepción fue peor para mí porque yo era nuevito y pensaba que todo lo que decía Nelson era sincero. A Partir de ahí supe lo ques la imagen pública y la realidad. Muy bueno el blog.

Anónimo dijo...

Nelson Castro publicamente es inversamente proporcional a lo que es en privado. Maru

Anónimo dijo...

Habría que inventar la nave de los hipócritas y mandar a todos estos farsantes directamente a altamar. Saluda y felicita Sergio Caruzzo